ETA ocultaba en un zulo de Francia un arsenal con revólveres enterrados en bidones
El escondite utilizado por la veintena de terroristas que continúan al frente de ETA se hallaba en una zona boscosa a unos 100 kilómetros al norte de París.
ETA ocultaba en un zulo a unos cien kilómetros al norte de París un importante arsenal con al menos una docena de armas cortas enterradas en bidones, han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.
El depósito, que permanecía inactivo, está siendo analizado por las autoridades judiciales galas tras la operación desarrollada este miércoles por la Dirección General de Seguridad Interior francesa (DGSI), que ha contado con la colaboración de la Guardia Civil.
El escondite utilizado por la veintena de terroristas que continúan al frente de ETA se hallaba en una zona boscosa del departamento de Oise. Las armas estaban enterradas en el interior de bidones.
LA RESPUESTA DE FERNÁNDEZ DÍAZ
Este martes, el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, volvió a cerrar la puerta a cualquier posibilidad de negociación, subrayando que la política en este sentido de Francia está "alineada" con la del Gobierno. "Deben entregar las armas y certificar su defunción haciendo pública su disolución. ETA es una cadáver al que solo le falta expedir su certificado de defunción", aseguró.
La última vez que se consiguió incautar un importante arsenal de ETA fue el 28 de mayo de 2015. La banda custodiaba en Biarritz, ciudad del suroeste de Francia situada a unos 30 kilómetros de la frontera con el País Vasco, 19 revólveres, siete pistolas, más de mil cartuchos de distintos modelos, 3,2 kilos de pentrita y temporizadores artesanales.
ETA reconoció en ese comunicado que se había "atacado el proceso para dejar fuera de uso operativo" el arsenal que mantenía tras su derrota policial, según había acordado con la Comisión Internacional de Verificación. Se trata de un proceso que se desacreditó a sí mismo al ser ignorado por España y Francia y después de episodios como la declaración de integrantes de esta comisión en la Audiencia Nacional.
En sede judicial, reconocieron que los etarras se habían llevado en cajas de cartón las mismas armas que los terroristas habían escenificado que entregaban ante la Comisión Internacional de Verificación.