PAMPLONA

Asirón entrega las competencias de Educación al área de euskera del Ayuntamiento de Pamplona

Joseba Asirón y Joxe Abaurrea junto a Aitziber Campión; el núcleo duro de alcaldía, en una reunión en la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. PABLO LASAOSA
Asiron ha justificado estos movimientos como “pequeños ajustes” que buscan “optimizar recursos” y “reforzar áreas clave”, especialmente las Escuelas Infantiles Municipales.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, ha dado un paso más en su obsesión enfermiza por imponer el euskera y ha ordenado una reestructuración de competencias en el Ayuntamiento de Pamplona, sacando Educación del área de Cultura y Fiestas y colocándola en la concejalía de Participación Ciudadana y Euskera.

Dicha reorganización, que entrará en vigor el 15 de septiembre, despierta el recelo de muchos ciudadanos por el trasfondo político de la medida. Y es que, a nadie escapa que desde siempre el nacionalismo independentista abertzale ha mostrado una obsesión por vincular la enseñanza con la construcción de una identidad nacional basada en el euskera, y esta decisión ahonda en esa estrategia.

La hasta ahora concejalía especial de Participación Ciudadana y Euskera, que dependía del área de Igualdad, Acción Comunitaria y Barrios, pasa a convertirse en Concejalía Delegada de Educación, Participación Ciudadana y Euskera, dirigida por Aitziber Campión. La nueva estructura provocará cambios en otras áreas: Maider Beloki quedará al frente de Cultura, Fiestas y Deporte, mientras que Zaloa Basabe dirigirá Igualdad, Acción Comunitaria, Barrios y Diversidad Cultural.

Asiron ha justificado estos movimientos como “pequeños ajustes” que buscan “optimizar recursos” y “reforzar áreas clave”, especialmente las Escuelas Infantiles Municipales, que a partir de ahora dependerán de la concejalía de Educación, Participación Ciudadana y Euskera. Campión, que hasta ahora era vicepresidenta del organismo, pasará a ser su presidenta.

Sin embargo, la decisión no puede desligarse del marcado sesgo ideológico que supone unir Educación y Euskera en un mismo bloque. El alcalde de EH Bildu refuerza así el control político sobre la red de Escuelas Infantiles, un ámbito históricamente utilizado por el nacionalismo abertzale como instrumento de socialización lingüística y cultural.

El movimiento deja en segundo plano la Educación como servicio público universal y la vincula directamente a una agenda identitaria. En lugar de crear una concejalía de Educación independiente, el equipo de gobierno de Asiron la supedita al área de Euskera, enviando un mensaje claro sobre cuáles son sus prioridades políticas.

El Ayuntamiento sostiene que se trata de una mera racionalización de tareas, pero en la práctica la remodelación supone un paso más en la apuesta de EH Bildu por ligar la gestión educativa municipal al proyecto nacionalista. Una estrategia que, lejos de ser neutral, puede condicionar las políticas de escolarización y la propia oferta educativa de la ciudad.