SOCIEDAD

Asirón pide "prudencia y discreción" tras la violación de la Media Luna, no como con la 'manada' de San Fermín

Fotomontaje de Joseba Asirón sore una foto del asentamiento en el que dormían los cuatro magrebíes detenidos por la presunta violación de una joven en Pamplona.
El tono moderado del alcalde contrasta con el que mantuvo en 2016, cuando Pamplona se conmocionó por la violación de la 'manada'.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, ha pedido este jueves “prudencia y discreción” ante la presunta violación grupal sufrida por una mujer tras la fiesta universitaria de La Carpa, en la que cuatro hombres de origen magrebí han ingresado en prisión provisional. El regidor ha reclamado tanto a los medios como a la ciudadanía “no entrar en pábulos ni en ideas que no estén debidamente justificadas”, apelando a esperar a que la investigación judicial “vaya dando luz”.

El tono moderado del alcalde contrasta con el que mantuvo en 2016, cuando Pamplona se conmocionó por la violación de La Manada durante los Sanfermines. Entonces, Asirón habló abiertamente de “impotencia, mucho cabreo y mucha rabia”, agradeció la “valentía” de la víctima y expresó el “rechazo más absoluto” del Ayuntamiento hacia los agresores. En aquel momento, el mensaje municipal fue inmediato, contundente y centrado en la condena pública de los hechos.

Pamplona ha sido una ventana abierta al mundo contra las agresiones sexuales”, declaró entonces el alcalde, que calificó la violación de La Manada como un episodio “absolutamente intolerable” y “el único punto negro de los Sanfermines”. En ningún momento pidió discreción o cautela, sino que abogó por la movilización y la denuncia como herramientas frente a la violencia sexual.

Nueve años después, la respuesta institucional es muy distinta. Asirón ha introducido un nuevo elemento al referirse a la situación migratoria de los detenidos, recordando que residían en un asentamiento ilegal y advirtiendo de que este caso “nos lleva a otro debate muy preocupante como es la crisis migratoria actual”. Según el alcalde, “no estamos ante simples situaciones de sinhogarismo, sino ante un movimiento migratorio sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial”.

Pese a la concentración de repulsa celebrada este jueves en la Plaza Consistorial, que reunió a muy pocos asistentes, el Ayuntamiento aún no ha confirmado si se personará como acusación en la causa. Asirón ha señalado que la decisión final la adoptarán los servicios jurídicos municipales en los próximos días.

El contraste entre ambas reacciones es evidente: en 2016, la condena fue inmediata y el Ayuntamiento de Pamplona se personó en la causa; en 2025, el mismo alcalde ha pedido prudencia y discreción. Dos discursos diferentes ante hechos de naturaleza similar, que vuelven a sacudir a la ciudad y que ahora se cruzan también con el debate sobre la migración y la inseguridad.

Por su parte, la presidenta de UPN, Cristina Ibarrola, ha expresado su “condena firme” y ha pedido que recaiga “todo el peso de la justicia” sobre los responsables. Asimismo, ha apelado al “respeto a la investigación policial”, insistiendo en que “debemos hacer valoraciones en base a fuentes oficiales y no precipitarnos”.

Ibarrola ha defendido que Pamplona debe mantener una condena firme frente a cualquier agresión sexista, recordando que fue UPN quien impulsó una declaración institucional y una concentración en el Ayuntamiento para rechazar los hechos. “Creo que todas las fuerzas políticas representadas en Pamplona o en Navarra deben hacer causa conjunta de esto. Es importante mostrar unidad”, ha subrayado, trasladando además su solidaridad con la víctima.

La dirigente regionalista ha advertido de que “no basta con condenar los hechos cuando ocurren”, ya que “en Pamplona, desgraciadamente, no es un hecho aislado”. Según ha señalado, las agresiones sexuales con penetración se han incrementado un 77% en el primer semestre respecto al mismo periodo del año anterior, un dato que considera “muy preocupante”.

Por ello, UPN llevará al Pleno del Ayuntamiento del próximo jueves una declaración institucional en la que planteará la creación de una mesa de trabajo para evaluar, “en un plazo máximo de tres meses”, los datos sobre agresiones sexuales en la ciudad. “Queremos analizar en qué puntos de Pamplona se producen, cuáles son los perfiles de agresores y víctimas, y acordar medidas efectivas que permitan poner fin a esta lacra”, ha explicado Ibarrola.

La líder de UPN ha insistido en que la lucha contra la violencia sexual debe ser una “causa conjunta y justa”, y ha pedido unidad institucional y social para abordar el problema “con rigor y responsabilidad”.