Vandalizan con un graffitti una de las tiendas más icónicas de la calle Estafeta de Pamplona
La librería La Casa del Libro, situada en el número 36 de la calle Estafeta de Pamplona, ha amanecido este fin de semana con su fachada cubierta por un gran graffiti. El ataque vandálico ha dañado por completo la imagen de este comercio histórico, fundado en 1943 y que es la única librería en la calle más emblemática de la ciudad, escenario del recorrido de los toros del encierro de San Fermín.
El acto se produjo, previsiblemente, durante la noche del viernes al sábado, horas de gran movimiento en la Estafeta debido a la intensa actividad de bares y la afluencia de personas. Las persianas y el frontal del local han quedado totalmente manchados, lo que ha generado indignación entre vecinos y clientes.
Uno de los propietarios, Carmelo Butini Echarte, ha publicado en redes sociales una fotografía de la fachada dañada junto a un mensaje cargado de ironía: “Gracias por pintarme mi fachada pero no hacía falta, la próxima avísame y te digo cómo la quiero. Lo que no entiendo, en la calle más transitada del mundo, nadie ve nada”, ha dicho el propietario preguntándose cómo es posible que no se pueda identificar de forma rápida y sencilla a los culpables.
La librería es conocida no solo por su historia y su vínculo con la vida cultural de Pamplona, sino también porque desde hace unos años alberga el reloj de la cuenta atrás para San Fermín sede 2018. Este reloj marca el tiempo exacto que falta hasta las 12 horas del 6 de julio, cuando estalla la fiesta. Este añadido ha convertido el escaparate de los hermanos Carmelo y Fermín Butini Echarte en un punto de referencia para vecinos y turistas, además de ser un lugar de encuentro para comprar libros, prensa, revistas y artículos de papelería y librería.
Tras conocerse el ataque, numerosos clientes y seguidores han querido mostrar su apoyo en redes sociales con mensajes dirigidos a los hermanos Butini. Entre ellos se han podido leer expresiones como: “Qué rabia e impotencia generan estas cosas”, “Hemos llegado a un punto en que mientras no me lo hagan a mí no importa nada, qué pena todo” o “Que lo limpien con la lengua”.
El vandalismo contra esta librería familiar, tan ligada a la tradición de la ciudad y a su fiesta más internacional, ha causado malestar en Pamplona, donde se lamenta el daño a un comercio emblemático de la Estafeta.