POLÍTICA

Alzorriz y el PSN pierden la cabeza: “No podemos asumir que Franco, Mussolini o Hitler resuciten”

Acto de cierre de campaña del PSN/PSOE en Navarra. EUROPA PRESS
Después de pactar con los herederos de los asesinos de ETA, se permite el lujo de asociar partidos democráticos con dictadores.

El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, parece haber perdido el juicio. En el acto de cierre de campaña de los socialistas navarros a las elecciones europeas, ha manifestado que "no podemos asumir que Franco, Mussolini o Hitler resuciten de la mano de Abascal, de Meloni, de Le Pen o Milei con el apoyo de Feijóo".

Alzórriz, que va de la mano de los herederos de ETA a cada votación en el Parlamento de Navarra, al igual que su 'amado líder' Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, se permite el lujo de asociar a dos partidos democráticos con el socialista Hitler, el fascista Mussollini, o el dictador Franco. Asimismo, se permite el lujo de hablar de extrema derecha cuando sería imposible el gobierno socialista, en España y en Navarra de no ser por el apoyo y el pacto con la extrema izquierda populista, el nacionalismo más rancio disfrazado de progresía y los que llevan asesinos con delitos de sangre en sus listas.

En un mensaje electoral ofrecido en el Paseo de Sarasate, Alzórriz ha vaticinado que "España y Navarra van a ser un muro de contención contra la intolerancia, contra el negacionismo y contra el recorte y las desigualdades sociales"; y ha dicho que "es preferible ir un día a votar que estar 5 años con políticas de derechas y ultraderecha", en referencia al fundado temor a que España demuestre en las urnas lo que opina sobre sus pactos con Bildu o la amnistía a los delincuentes a cambio de aferrarse a la poltrona.

Y ha ido más allá. Ha cargado de nuevo contra el expresidente del Gobierno, José María Aznar, que este viernes cerrará la campaña del PP en Navarra con un acto en Baluarte. "No es que no pueda venir a Navarra el señor Aznar, es que no es bienvenido, ni él ni sus políticas de recortes de derechos y libertades; ni él ni Feijóo recortando el régimen foral de Navarra".

De esta forma, Alzórriz se ha erigido en una especie de censor sobre las personas que son bienvenidas y las que no. Eso sí, no explica por qué no viene Pedro Sánchez a Navarra o por qué no se somete a preguntas de los medios de comunicación o por qué no da explicaciones sobre las dudosas relaciones de su mujer que le han llevado a estar imputada por un juzgado. Tal vez, por miedo a que le suceda todo lo que le ha sucedido cada vez que en los últimos años ha salido a la calle a un acto no organizado por Moncloa con palmeros socialistas de público: que ha sido silbado abucheado por haber traicionado a su país sólo por mantenerse en el poder.