POLÍTICA

El directivo de Acciona que se reunía con Cerdán apunta alto: "La decisión la tomó algún superior"

El exdirectivo de Acciona en Navarra, Fernando Agustín Merino, comparece ante la Comisión de Investigación sobre el caso Koldo, en el Senado. MARTA FERNÁNDEZ / EUROPA PRESS
Merino ha negado vínculos con Servinabar, ha apuntado a superiores en decisiones de Acciona y ha defendido que ninguna prueba de la Guardia Civil le acusa directamente en el caso Koldo.

Fernando Merino, exdelegado de Acciona en Navarra, ha comparecido este miércoles en el Senado en el marco de la investigación del caso Koldo. El directivo, investigado judicialmente, se ha desmarcado de la presunta trama y ha subrayado que ninguna información relevante de la UCO le acusa de forma directa.

En la sesión número 83 de la comisión parlamentaria, Merino ha anunciado que se acogería a su derecho a no responder sobre asuntos que afectaran a su defensa. Sin embargo, ha contestado a la mayoría de las preguntas. “No he visto ninguna información que sea relevante que me acuse de forma directa”, ha explicado al senador de Vox Ángel Pelayo Gordillo, en referencia al informe de la Guardia Civil filtrado a la prensa.

Los grupos de la oposición no han quedado satisfechos con sus explicaciones. El senador del PP Juanjo Sanz Vitorio ha advertido que en Navarra “la corrupción era previa”, mientras que el de Vox le ha señalado como el “nexo” entre Acciona y los socialistas navarros. Merino, por su parte, ha admitido que visitó a Santos Cerdán y a otros políticos de la Comunidad foral en representación de la empresa.

La senadora de UPN María Caballero y el propio Sanz han insistido en la relación de Acciona con Servinabar, una empresa local con la que la compañía se alió para licitaciones. Merino ha asegurado que la decisión “la tomó algún superior” y no él, ya que sus competencias se limitaban a la supervisión técnica de obras. “Es habitual que las grandes empresas se alíen con pequeñas y locales”, ha explicado.

Preguntado sobre si conocía la vinculación de Cerdán con Servinabar, ha replicado: “¡Cómo lo iba a saber! Me he enterado por la prensa igual que usted”.

Respecto a Koldo García, Merino ha recordado que solo coincidió con él en los trabajos previos al proyecto de la mina de potasa Muga en Sangüesa, donde ejercía tareas logísticas para Geoalcali, filial de una minera australiana.

A las preguntas sobre mordidas y facturación falsa en el bar pamplonés Franky, ha respondido con una triple negación: “No, nada, en absoluto”. Ha defendido que sus comidas eran reales, aunque se ha acogido a su derecho a no contestar sobre si se reunió allí con Cerdán.

Merino trabajó en Acciona desde 1991 hasta 2021, con destino en Navarra entre 2014 y 2019. Ha negado que su traslado a Córdoba ese año estuviera motivado por una pérdida de confianza. En 2021 fundó su propia empresa, Mer Construcciones, y desde entonces ha sido vinculado por algunos senadores a la rama andaluza de la trama, debido a su parentesco con los dueños de la cordobesa OPR, también investigada.

“¿Interesarse por un expediente en trámite es un delito?”, ha respondido Merino a las preguntas del PP sobre un contrato en Torreperogil (Jaén). “Ese problema lo tiene con el juez”, le ha replicado el senador Sanz.