No quiero mirar, pero sigo grabando: el susto de un mozo en las vaquillas de San Fermín
La suelta de vaquillas en la plaza de toros tras el encierro de Pamplona se ha convertido en uno de los momentos más esperados y desenfadados de las fiestas de San Fermín. Cada mañana, tras el paso de los toros por las calles del Casco Antiguo, decenas de mozos se lanzan al ruedo en busca de adrenalina, recortes, volteretas y alguna que otra anécdota para contar.
Este miércoles, un joven ha protagonizado una escena insólita al saltar al ruedo con el móvil en la mano, decidido a grabar su particular "hazaña". Sin soltar el dispositivo ni un segundo, ha apuntado con firmeza hacia una de las reses, como si quisiera capturar hasta el último detalle del momento.
Pero su entusiasmo ha durado poco. La vaquilla, que parecía estar molesta por no haber sido consultada sobre sus derechos de imagen, ha embestido con fuerza hacia él. Las escena, aunque terrorífica, ha dejado imágenes que parecen sacadas de una comedia.
Pese a los revolcones, el joven ha mantenido el móvil en alto con una determinación sorprendente, como si de un reportero de guerra se tratase. Sin embargo, en un momento dado, su expresión ha delatado el miedo: "No quiero ver más", parecía gritar su rostro, mientras giraba la cabeza sin dejar de grabar. Quizá no ha llegado a ver la mirada enrabietada de la vaquilla, pero es probable que pueda hacerlo más tarde si la cámara estaba efectivamente encendida.
Aunque este tipo de imágenes resulten llamativas, la presencia de dispositivos móviles en el ruedo entraña ciertos riesgos. Una atención dividida puede acabar en accidente. Los reflejos se entorpecen cuando los ojos están puestos en la pantalla y no en el animal.
A diferencia del encierro, donde está expresamente prohibido grabar con móviles o cámaras, en la suelta de vaquillas no existe ninguna norma específica que lo impida. No obstante, la recomendación general es clara: la seguridad debe estar por encima del espectáculo personal.
El Ayuntamiento de Pamplona recuerda en su página web que durante este acto se prohíbe agarrar, hostigar o maltratar a las reses, así como dificultar su salida o retirada a los corrales. Además, no se permite la entrada de menores de 18 años al ruedo, y son los padres o tutores quienes deben velar por su cumplimiento.
Pese a estas advertencias, la emoción, el alcohol y el deseo de compartir la experiencia en redes sociales a veces se imponen al sentido común. Lo ocurrido este miércoles es solo una muestra más de cómo las nuevas tecnologías se han colado en muchas tradiciones sanfermineras. En este caso, esperemos que el joven haya conseguido una buena toma.