La aparición sorpresa de varias víctimas de ETA en un acto a favor de los asesinos en Pamplona
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha irrumpido este domingo, de forma pacífica, en una manifestación convocada por SARE en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona, en la que se reclamaba la excarcelación de los presos de ETA. Desde COVITE han querido recordar que "no son presos políticos, son asesinos presos. Están en la cárcel por matar o por intentar matar a nuestros familiares. Basta ya de estas provocaciones a las víctimas", ha declarado la presidenta del Colectivo, Consuelo Ordóñez.
Consuelo Ordóñez ha estado acompañada de otras tres víctimas de ETA: Iñigo Pascual, vicepresidente de COVITE e hijo de Ángel Pascual, ingeniero de la central nuclear de Lemoniz asesinado por ETA el 5 de mayo de 1982; Conchi Fernández, viuda del guardia civil Aurelio Prieto, asesinado por ETA el 21 de noviembre de 1980; y José María Lobato, escolta herido en un atentado de ETA perpetrado el 5 de diciembre de 1997.
Consuelo Ordóñez ha subrayado que "la convivencia de la que ahora tanto alardean no se construye sobre la impunidad". En este sentido, ha advertido: "No aceptaremos ninguna lección de paz y convivencia de quienes llaman presos políticos a los asesinos de nuestros familiares y basan su discurso político en el desprecio y la provocación a las víctimas de ETA".
Desde el colectivo también han denunciado que "quienes hoy están en esta manifestación, y portan pancartas de apoyo a los presos de ETA, son los mismos que hasta hace muy poco aplaudían los atentados y pedían a ETA que siguiera matando". Y han añadido: "Por mucho que ahora intenten disimularlo, sabemos perfectamente lo que son". Por ello, han exigido que el espacio público en Navarra y Euskadi "deje de ser un escaparate de legitimación del terrorismo".
Asimismo, han lamentado que "se está cumpliendo a rajatabla la hoja de ruta de la izquierda abertzale. Se están vaciando las cárceles de presos de ETA tal y como quieren, sin exigirles el más mínimo arrepentimiento". "Esa es la verdadera excepcionalidad: los privilegios que nuestras instituciones les están otorgando a los presos de ETA mediante terceros grados fraudulentos, sin cumplir el requisito fundamental que exige la ley, que es el arrepentimiento", ha recalcado Ordóñez.
En este sentido, desde COVITE han recordado que es precisamente la izquierda abertzale la que, desde hace años, prohíbe a los presos de ETA arrepentirse: "Quienes, cuando ETA mataba, diseñaban las estrategias del terror desde sus cómodos despachos; quienes no se manchaban las manos de sangre y mandaban a otros a hacer el trabajo sucio, son quienes ahora les impiden arrepentirse. Por eso organizan todos estos actos: porque se lo deben, ya que ellos no pasaron por la cárcel. Los presos de ETA siempre han sido, y siguen siendo, su mercancía política".