La CNMV implementa pautas para regular criptoactivos en España

Criptomonedas. CEDIDA
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha dado un paso más para regular las criptomonedas en España.

Para desarrollar y completar el reglamento europeo MiCA, diseñado con el objetivo de poner orden y proporcionar una mayor seguridad en el mercado, ha implementado una serie de pautas y directrices.

Estas reglas lo que buscan es ofrecer una mayor claridad a las empresas que ofrecen servicios relacionados con criptomonedas y asegurarse, una vez más, que todos los usuarios y el propio mercado opera con transparencia, seguridad y confianza.

Precisamente, las próximas criptomonedas en Coinbase deben adaptarse a esta serie de medidas, pero esto es algo positivo para todos. Las nuevas criptos que lleguen deben de seguir estos criterios para que puedan ser compradas y vendidas sin problemas en el mercado europeo, con una mayor protección y transparencia.

Control y reglas para los servicios de criptomonedas

Las directrices que la CNMV ha adoptado son reglas claras y fáciles de seguir. Por ejemplo, una de ellas dice que si una empresa ofrece asesoramiento o gestiona carteras de criptos, debe evaluar si esos clientes entienden bien los riesgos y si la inversión es adecuada para ellos. Además, esa evaluación la deben actualizar, al menos, cada dos años.

Otra pauta importante tiene que ver con las transferencias de criptomonedas. Las empresas deben tener políticas claras que expliquen cómo funcionan estas transferencias, cuánto tiempo tardan y qué pasa si hay errores. Por ejemplo, si envías un bitcoin a una dirección incorrecta, la empresa debe de tener un protocolo para resolverlo.

También se busca que los clientes estén al tanto de sus cuentas para qué puedan ver sus movimientos. Esto hace que todo sea mucho más transparente y sencillo para cualquier persona que use servicios cripto.

Cómo clasificar las criptos, vigilar a empresas extranjeras y proteger los sistemas

Otra parte importante de estas directrices, recogidas en este documento presentado por la CNMV, pretende ayudar a clasificar los diferentes tipos de criptomonedas. Al fin y al cabo, no todas son iguales, por eso debe haber algún sistema para determinar si una moneda es una ficha referenciada a activos reales (como oro o euros), una ficha de dinero electrónico o algún otro tipo de criptoactivo. Si alguien crea una criptomoneda respaldada por euros, esta tendría una clasificación específica para saber qué reglas le aplican.

La CNMV también vigilará que empresas fuera de la Unión Europea no intenten captar clientes españoles o europeos sin cumplir con estas normas. Así quiere evitar que se usen trucos para evadir la regulación. Por tanto, aunque una empresa esté en otro país, si quiere operar en España debe cumplir con las reglas del reglamento MiCA y pasar por supervisión.

Por último, también se establecen normas técnicas y organizativas para que los sistemas y accesos que usan estas empresas sean seguros. Y esto es algo que protege tanto a los proveedores como a los clientes para evitar hackeos o accesos no autorizados. Por ejemplo, una plataforma de exchange debe tener un protocolo robusto para que solo los usuarios autorizados puedan operar o mover sus criptomonedas.

En cualquier caso, estas nuevas directrices de la CNMV se consideran necesarias en un mercado tan nuevo, rápido y con tantos riesgos para los usuarios. La falta de una regulación clara puede dar lugar a fraudes y provocar confusión y pérdidas para quienes invierten sin mucha información o protección.

Por eso, tanto las nuevas pautas como la propia regulación MiCA aparecen para poner orden y marcar un camino claro para que las empresas que ofrecen servicios relacionados con criptomonedas actúen de forma responsable y transparente. 

Aparte, estas reglas protegen al inversor común. Las empresas deben evaluar si pueden ofrecer al cliente un servicio cripto (por lo que no cualquiera va a poder comprar un activo sin entenderlo bien) y establecen responsabilidades claras en el caso de que haya algún error una transferencia no autorizada.

Todo ello quiere decir que el entorno de las criptomonedas es cada vez más seguro, transparente y fiable, y que beneficia tanto a los usuarios como a las empresas que quieran operar con buenas prácticas, fomentando la confianza y contribuyendo a que el sector continúe creciendo de forma ordenada y sostenible.