Sociedad

Las enfermedades más comunes en verano y los consejos de la Clínica Universidad de Navarra

Una persona en una piscina en verano. PIXABAY
Durante el verano es frecuente que aparezcan algunas consecuencias del calor o el cloro. 

Las altas temperaturas, la exposición prolongada al cloro de piscinas y el aumento de la asistencia a lugares públicos como playas o piscinas convierten el verano en la temporada perfecta para la aparición de ciertas enfermedades. Aunque en la mayoría de los casos no son graves, sí resultan molestas y pueden estropear nuestras vacaciones.

Para prevenirlas, los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra han ofrecido una serie de recomendaciones prácticas que ayudan a reducir el riesgo de padecer estas dolencias tan comunes en los meses de calor.

Cistitis: cómo evitar una de las infecciones más frecuentes

La cistitis es una infección urinaria muy habitual, especialmente entre las mujeres, y suele aparecer con más frecuencia en verano. La bacteria E. Coli es la responsable de la mayoría de los casos.

Entre sus síntomas destacan el dolor o escozor al orinar, la necesidad frecuente de acudir al baño y la sensación de vaciado incompleto de la vejiga.

Para prevenirla, la Clínica recomienda medidas como beber abundante agua (2-3 litros diarios), evitar permanecer con el bañador mojado, usar ropa interior transpirable y mantener una higiene adecuada. También es importante orinar tras mantener relaciones sexuales y acudir al baño con frecuencia.

El calor y la humedad favorecen la proliferación de hongos en la piel. Las infecciones más frecuentes son:

  • Pitiriasis versicolor: aparece en zonas con mayor secreción sebácea como espalda y escote, formando manchas rosadas y descamación fina. Mantener la piel seca y evitar cremas grasas es fundamental para prevenirla.

  • Candidosis: suele localizarse en pliegues como submamarios o inguinales, provocando picor y enrojecimiento. Es clave secar bien las zonas afectadas y usar cremas barrera si la infección es recurrente.

  • Pie de atleta: infección fúngica entre los dedos de los pies que genera picor y escozor. Para evitarla, se recomienda usar calzado adecuado en vestuarios y duchas públicas, mantener los pies secos y preferir zapatos transpirables.

Conjuntivitis: proteger los ojos en piscinas y al aire libre

La conjuntivitis también es habitual en verano, provocada por gérmenes resistentes al cloro o por la irritación química tras el baño. Además, la exposición al sol y el uso de aire acondicionado pueden agravar la sequedad ocular.

Para protegerse, los especialistas aconsejan el uso de gafas de buceo en piscinas y gafas de sol con filtro UV. Tras el baño, es importante ducharse con agua del grifo. En caso de infección, el tratamiento dependerá del origen: desde lavados oculares y lágrimas artificiales hasta medicamentos antiinflamatorios o antibióticos.

Golpes de calor y deshidratación: prevenir antes que curar

Las altas temperaturas aumentan el riesgo de golpes de calor y deshidratación, especialmente en niños y personas mayores. Mantenerse bien hidratado, evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y protegerse con ropa ligera y gorros son medidas básicas de prevención.

Además, es recomendable permanecer en espacios frescos y ventilar adecuadamente los hogares y lugares de trabajo.