La iglesia gótica del siglo XII de un pueblo de Navarra que luce espectacular tras restaurar su fachada
La fachada norte de la Iglesia del Santo Sepulcro de Estella ya luce restaurada tras una intervención integral que ha recuperado uno de los conjuntos escultóricos más valiosos del gótico navarro. La obra, que ha supuesto una inversión de 507.616 euros, ha sido la primera actuación completada dentro del Plan General de Actuación Jacobeo 27, promovido por la Dirección General de Cultura y el Arzobispado de Pamplona y Tudela.
El objetivo ha sido garantizar la conservación de este elemento monumental y favorecer su conocimiento y valoración, especialmente entre quienes llegan a Estella por el Camino de Santiago. En los años anteriores ya se habían recuperado los ábsides y las cubiertas de este templo declarado Bien de Interés Cultural.
La intervención ha incluido tanto tareas de consolidación estructural como una minuciosa restauración artística de los elementos escultóricos. Se ha trabajado en muros, arcosolios y montantes, sustituyendo sillares deteriorados por otros de piedra caliza o artificial, limpiando las superficies con técnicas como láser, microabrasión y microproyección, y eliminando materiales agresivos como el cemento Portland. También se han renovado las gradas de acceso, ahora más seguras, y se han instalado nuevas barandillas.
Uno de los focos más delicados ha sido la limpieza y recuperación de la escultura monumental de la portada, una de las más ricas del gótico navarro junto con la de Santa María de Olite. En ella destacan detalles que antes permanecían ocultos bajo capas de suciedad: capiteles con animales, figuras con cestas, seres fantásticos y fragmentos policromados que revelan trazos de azules, verdes y rojos, así como finas pinceladas en cejas, ojos o barbas que aportan realismo a las escenas.
Se ha realizado además un tratamiento de protección de los restos de policromía original, especialmente en los cuadrilóbulos con inscripciones, en las arquivoltas con decoraciones vegetales, y en escenas clave como la Última Cena, esculpida en un único bloque de piedra bajo un tímpano que representa el Calvario. También se han mejorado los soportes de las dos grandes esculturas que flanquean la portada y se ha renovado la iluminación monumental, lo que realza aún más el conjunto al atardecer.
Uno de los elementos más emblemáticos es la figura de Cristo resucitado, que preside la fachada desde lo alto, rodeado de ángeles con instrumentos del martirio. Completan la portada doce figuras de gran tamaño que componen un apostolado de tres manos distintas, un arcosolio coronado por San Juan Bautista y otros tres más antiguos en el lado izquierdo, pertenecientes a una fase anterior del edificio.
La restauración forma parte del convenio entre Gobierno y Arzobispado para actuar entre 2024 y 2026 en tres templos clave del Camino: el Santo Sepulcro de Estella, Santa María de Viana y San Salvador de Sangüesa. El presupuesto global del plan es de cuatro millones de euros sufragados a partes iguales por ambas instituciones.
La compleja intervención ha sido fruto del trabajo técnico acumulado durante la última década, y se ha basado en estudios detallados, planos, ortofotografías y análisis estructurales. El proyecto fue redactado y licitado en 2024, siendo la empresa Construcciones Leache la adjudicataria de la obra, iniciada en octubre del mismo año.
Queda aún por estudiar en profundidad una serie de inscripciones góticas del siglo XIV que han aflorado durante la limpieza y que podrían ofrecer nuevas pistas sobre la historia del templo. La fachada norte se consolida así como la gran carta de presentación artística de Estella y un hito imprescindible del Camino de Santiago.