María José, la peregrina con discapacidad visual que no renuncia a la Javierada: "siempre hay algo que agradecer"
La primera de las Javieradas de 2025 ha estado marcada por el viento, el frío, y en gran parte por la lluvia. Aun así, el temporal no ha impedido a muchas personas realizar el recorrido hasta el Castillo de Javier.
Durante el camino, se podían observar diferentes grupos de peregrinos. Algunos en familia, otros en cuadrilla, también había los que realizaban la Javierada en solitario, o en pareja. Entre ellos, se podían conocer historias de compañerismo muy bonitas.
Como es el caso, por ejemplo, de María José Casado, y su cuñado Luis. La mujer, de Pamplona, tiene 57 años, y sufre una discapacidad visual. "Necesito ese apoyo suyo como guía, ya que no puedo hacerla sola", ha asegurado.
Y es que desde muy joven, María José Casado ha realizado la Javierada. Al principio, lo hacía junto a familiares mayores, y pronto cogió gran afición. Más tarde, comenzó a recorrer los kilómetros hasta el Castillo de Javier junto a sus hermanos, y también sola. Ahora, lo hace junto a su cuñado y guía.
Después de ser madre, dejó de peregrinar ya que "no tenía tiempo", pero desde hace unos 15 años ha recobrado el hábito. "Siempre me ha gustado mucho, y es una tradición", ha explicado.
"Tengo el recuerdo de llegar a Javier y pedir por la salud de mi abuela, y de la gente mayor en general. Creo que siempre hay motivos en nuestra vida para agradecer, y también para pedir", ha expresado María José Casado.
En los 36 kilómetros que separan Monreal del Castillo de Javier, su cuñado Luis la ha acompañado, y se ha encargado de que no le faltase de nada.
"El almuerzo es lo más importante. Cuando nos paramos para comer, es el mejor momento", ha asegurado Luis entre risas, mientras disfrutaba de su bocadillo de jamón, al igual que lo ha hecho su cuñada María José.