Tribunales

Un millonario fingió vivir en Pamplona en un pequeño piso para desheredar a su hijo: 14 millones en disputa

Vista aérea de la Ciudadela de Pamplona durante una mañana de San Fermín 2022. PABLO LASAOSA
El empresario fingió residir en Pamplona para evitar que su hijo heredara. La Justicia decidirá en 2026 el destino de los 14 millones en disputa.

Un millonario leonés urdió un plan para evitar que su hijo biológico heredara su fortuna de 14 millones de euros: fingió vivir en Pamplona para beneficiarse del régimen foral navarro en materia de sucesiones, que permite excluir incluso a los descendientes directos de la herencia. La maniobra ha terminado en los tribunales, donde un juzgado de Madrid decidirá en abril de 2026 quién es el legítimo heredero.

Según detalla El Correo, el empresario falleció a los 89 años dejando un patrimonio millonario en pisos de lujo en Madrid, cuentas bancarias, acciones y una finca de caza en León. Su testamento repartía la fortuna entre un sobrino, un oftalmólogo de Oviedo, varias instituciones religiosas y un albacea con lazos en la Unión Europea, que cobra 10.000 euros mensuales por gestionar el legado. El hijo no reconocido, tras una larga batalla legal, reclama su parte al considerar que la simulación de residencia en Navarra constituye un fraude.

La clave está en un piso de apenas 60 metros cuadrados en un barrio modesto de Pamplona. El magnate lo habría alquilado solo para empadronarse allí y aparentar vivir en la capital navarra. Un detective privado comprobó que nunca residió en la vivienda. En cambio, vecinos de Madrid declararon que era habitual verlo en su lujoso piso de 400 metros cuadrados en un barrio de alto nivel. El Mundo añade que este montaje fue ideado con el asesoramiento de su albacea y tenía como objetivo blindar la herencia a favor de su entorno.

El abogado Fernando Osuna, que lleva el caso y es conocido por procesos de filiación como los de Julio Iglesias o el Cordobés, explica que la filiación quedó probada hace años con un 99% de certeza en las pruebas de ADN. Incluso el Tribunal Supremo ratificó en 2021 que el millonario era el padre del demandante, un empresario guipuzcoano. Sin embargo, poco después de esa sentencia, el magnate falleció en Madrid y la disputa se trasladó al terreno sucesorio.

La singularidad de este caso radica en el intento de aprovechar el Derecho Civil Foral de Navarra, que es único en España. Mientras el Código Civil común obliga a reservar una parte de la herencia para los llamados “herederos forzosos”, en Navarra se permite una libertad casi total de disposición. El fallecido quiso ampararse en esa excepción para apartar a su hijo, pero las pruebas apuntan a que nunca residió en Pamplona, lo que abriría la puerta a que se aplique la legislación general y el hijo reciba lo que le corresponde.

El bufete de Osuna sostiene que el testamento incurre en un fraude al apoyarse en una residencia ficticia en Navarra. De hecho, un juzgado de Madrid ya ha bloqueado la herencia hasta que se resuelva si el hijo es el heredero legítimo. Mientras tanto, los animales de la finca de caza en León permanecen desatendidos y nadie puede disponer de los bienes.

El caso se ha convertido en un auténtico culebrón judicial, donde confluyen dinero, poder y estrategias legales. La investigación apunta a que parte de la fortuna podría haber sido desviada a bancos suizos, lo que eleva aún más la cuantía de la herencia en disputa. El proceso judicial se sigue con gran expectación no solo en Madrid y León, sino también en Navarra, por la relevancia que tiene la figura del empadronamiento ficticio en Pamplona como elemento clave de la trama.