Las recomendaciones de la Clínica Universidad de Navarra para evitar una de las alergias más comunes esta primavera
La primavera está a punto de llegar, y a pesar de que traiga con ella una hora más durante el día y una mejora del clima, muchas personas alérgicas al polen se ven afectadas. La Clínica Universidad de Navarra ofrece una serie de recomendaciones para tratar de evitarla, tanto en el día a día como en casa o de viaje.
Los granos de polen, esas partículas microscópicas que desprenden las plantas, son responsables de gran parte de los síntomas alérgicos en la población.
Las personas alérgicas a estas partículas pueden experimentar rinoconjuntivitis, una reacción que provoca estornudos, picor intenso en nariz y ojos, congestión nasal, secreción líquida y lagrimeo constante. En algunos casos, la exposición al polen también puede desencadenar episodios de asma, dificultando la respiración.
Para minimizar los síntomas, los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra recomiendan conocer qué tipos de polen afectan a cada persona y en qué época del año su concentración en el aire es más elevada.
Durante la primavera y el verano, especialmente entre las 5 y las 10 de la mañana y de 7 a 10 de la tarde y noche, los niveles alcanzan su punto máximo, por lo que conviene evitar actividades al aire libre en esas franjas horarias. Además, el uso de gafas de sol y mascarilla puede ayudar a reducir la exposición directa.
También es aconsejable evitar cortar el césped, pasear por jardines o entornos naturales y consumir productos derivados del polen, como miel o infusiones de manzanilla. En días de alta concentración, ducharse y lavar el cabello antes de dormir contribuye a eliminar restos de polen acumulados durante el día, mientras que los lavados nasales nocturnos pueden aliviar la congestión y mejorar el descanso.
Dentro del hogar, es recomendable mantener las ventanas cerradas la mayor parte del día, ventilando únicamente a partir de las 10 de la mañana, cuando los niveles de polen suelen descender.
Airear la ropa de cama en ese momento y recurrir a filtros de aire puede ser de gran utilidad para reducir la presencia de estas partículas en interiores. Para evitar que las prendas acumulen polen del exterior, lo ideal es utilizar una secadora en lugar de tenderlas al aire libre.
En caso de desplazamiento, se aconseja viajar en coche con las ventanillas cerradas y el aire acondicionado en modo de recirculación, evitando el uso de motocicletas o bicicletas, que incrementan la exposición.
Las personas con síntomas intensos pueden notar mejoría trasladándose a zonas costeras, donde la concentración de polen es menor. Si es necesario salir al campo, es fundamental tomar la medicación previamente, en especial, en días de tormenta o fuerte viento, cuando estas partículas se dispersan con mayor facilidad.
Seguir estas pautas que recomiendan los expertos de la Clínica Universidad de Navarra puede marcar la diferencia en el día a día de quienes sufren alergia al polen, reduciendo las molestias y permitiendo afrontar la temporada con menos síntomas.