El reloj de la residencia de Elizondo vuelve a marcar la hora 20 años después gracias a la cooperación ciudadana
Un proyecto promovido por la cooperativa navarra de energías renovables E+P ha logrado costear la reparación.
Veinte años después, las manecillas del reloj de la residencia Francisco Joaquín Iriarte de Elizondo vuelven a marcar la hora. Este pasado jueves, una historia de colaboración y solidaridad ha llegado al capítulo final haciendo que el famoso reloj de la residencia volviese a lucir reparado en el pueblo baztanés.
El proyecto, ha sido promovido por E+P, la primera cooperativa navarra de consumidores de energía renovable y de fin social. Esta entidad comenzó su campaña 'Dale vida al reloj de la residencia' hace tres meses.
En su plan se marcaban un objetivo claro: llegar a los 2.500 euros para costear la reparación del reloj, símbolo de "vida" tanto para los ancianos de la residencia como para los habitantes del pueblo.
Por ello, este jueves a mediodía, la historia llegaba a su fin con la recolocación del reloj en su tradicional fachada de la torre de la residencia, un edificio de más de 100 años de antigüedad que atiende a 150 personas.
El acto, que ha sido acompañado de un aperitivo, ha congregado a decenas de residentes del complejo y vecinos. La inauguración ha estado cargada de emotividad después de que el símbolo de la torre volviese a las andadas.