La UPNA ha unido fútbol y boxeo en un proyecto para jóvenes vulnerables: así funciona
El proyecto LOTU! se ha convertido en una de las apuestas de la UPNA para impulsar la inclusión de adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad a través del deporte. La iniciativa se ha desarrollado junto a la Subdirección de Infancia, Adolescencia y Familia del Gobierno de Navarra.
Este programa, llamado LOTU!-Deporte, Red e Inclusión, ha buscado favorecer la inclusión de jóvenes en situación de desprotección y/o en conflicto con la ley mediante una práctica deportiva regular y acompañada de fútbol y boxeo. Además, ha contado con la colaboración de Fundación Osasuna y del Club Deportivo Iparbox de Berriozar, y con la financiación del Departamento de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo del Ejecutivo foral.
El proyecto LOTU! se ha realizado desde el año 2020 entre octubre y junio en distintos recursos del sistema de protección de Navarra y también en espacios deportivos comunitarios. En este tiempo, ya han participado más de 150 adolescentes.
La iniciativa ha tenido como objetivo crear redes para la inclusión social y ha usado el deporte como herramienta para generar espacios seguros de acompañamiento socioeducativo. Así, el programa ha buscado construir vínculos, sentido de pertenencia e inclusión comunitaria.
El itinerario se ha articulado en tres ejes: el deporte como herramienta de trabajo cotidiano, el acompañamiento de profesionales socioeducativos y, por último, la inclusión en entornos protectores y comunitarios durante y después del paso por el sistema de protección. El programa se ha dirigido a adolescentes que han recibido atención del sistema gestionado por la Subdirección de Infancia, Adolescencia y Familia.
El proyecto se ha apoyado en la experiencia previa de InterGOL, desarrollado desde 2020 por el profesor de la UPNA Javier Encina Morentin junto con Fundación Osasuna, y dirigido a adolescentes en riesgo de exclusión social. Encina ha afirmado que se han basado en evidencia científica de la pedagogía social que ha señalado el potencial del deporte para crear redes, mejorar el bienestar emocional y físico, reducir conductas de riesgo y favorecer habilidades sociales y competencias prosociales.
Entre octubre y junio, se han previsto más de cien sesiones deportivas con enfoque socioeducativo. De momento, se han realizado entrenamientos de fútbol y boxeo, aunque uno de los objetivos futuros ha sido ampliar la oferta deportiva a menores de diferentes entidades del sistema de protección.
En cada sesión han participado entre doce y dieciséis jóvenes, acompañados por dos profesionales de la educación social. En ese trabajo se ha combinado la dimensión deportiva con la gestión de emociones, la resolución de conflictos, la autoestima y la construcción de lazos de grupo.
Las sesiones se han estructurado en varias fases: una asamblea inicial para compartir cómo se encontraba cada participante y fijar objetivos; una fase de juego, técnica y colaboración; y un cierre de calma y estiramientos. Al final, se ha reforzado el vínculo de equipo con un gesto simbólico de unión de manos para consolidar el sentimiento de pertenencia.
La coordinación de LOTU! ha recaído en el Departamento de Ciencias Humanas y de la Educación y en el Departamento de Sociología y Trabajo Social de la UPNA, en colaboración con la Subdirección de Infancia, Adolescencia y Familia. Los investigadores que han liderado la iniciativa han sido Javier Encina Morentin y Hodei Sarasa Camacho, junto a Ekaitz Irujo Compains, que ha realizado su tesis doctoral en el marco del proyecto.
Desde la UPNA también se han impulsado acciones de investigación, evaluación y transferencia del conocimiento, como jornadas y actividades formativas, para difundir la experiencia y facilitar que pueda replicarse en otros contextos. En paralelo, el proyecto LOTU! se ha enmarcado en la Ley Foral 12/2022 de Atención y Protección a Niños, Niñas y Adolescentes y de Promoción de sus Familias, Derechos e Igualdad, que ha subrayado el valor de los entornos comunitarios y grupales como elementos protectores.
Según Ekaitz Irujo, el enfoque ha conectado con esa mirada comunitaria. Además, el proyecto también ha respondido a diagnósticos recientes sobre los recursos residenciales de protección en Navarra, liderados por Hodei Sarasa, que han identificado falta de oportunidades para disfrutar de espacios comunitarios y una demanda de recursos deportivos y de ocio.
En este engranaje ha tenido un papel destacado el Club Deportivo Iparbox de Berriozar, uno de los espacios deportivos vinculados al programa. Y Berriozar ha quedado ligado a una propuesta que ha buscado que el deporte abra puertas donde antes solo había itinerarios cerrados.