SOCIEDAD

Chivite blanquea aún más a ETA con su Plan de Convivencia y las víctimas se rebelan: "relativiza a los asesinos"

Acto de conmemoración organizado por el Gobierno de Navarra con motivo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. PABLO LASAOSA
La Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo denuncia que el plan autonómico plantea un relato equidistante que blanquea a ETA y relativiza la violencia sufrida.

La Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo (ANVITE) ha rechazado el II Plan Estratégico de Convivencia de Navarra (2025-2029) al considerar que, bajo la apariencia de promover una memoria “crítica e inclusiva”, lo que plantea es “un relato equidistante” que relativiza la responsabilidad de ETA y de quienes no han condenado sus asesinatos.

En un comunicado, ANVITE ha asegurado que “no hay nada más lejos de la realidad que afirmar que las cosas hayan mejorado para nosotros, como víctimas vivas, ni para la dignidad, memoria y justicia de los asesinados, heridos y desplazados”.

La asociación ha recordado que el cese de la violencia no supone que las consecuencias de los delitos de la banda hayan desaparecido. “ETA dejó de matar, pero sus efectos siguen presentes, tanto para las víctimas como para la sociedad española en su conjunto”, ha advertido.

ANVITE sostiene además que el proyecto político que motivó la violencia etarra sigue vigente. Como ejemplo, subraya que 355.000 ciudadanos votaron a EH Bildu en el País Vasco y 55.000 en Navarra, sin que esta formación haya reconocido que “matar no estuvo bien”.

En su valoración, el primer Plan de Convivencia fue “un rotundo fracaso” y el segundo supone un riesgo al englobar franquismo, ETA y otras violencias bajo un mismo marco, lo que, a su juicio, “diluye la responsabilidad específica de ETA y genera una narrativa equidistante”.

La asociación admite que negar la existencia de torturas o violencia policial sería “evadirse de la realidad”, pero considera injusto equiparar resoluciones judiciales con informes de comisiones vinculadas a colectivos que han defendido a presos terroristas sin condenar su pasado delictivo.

“Tampoco entendemos que una ley reconozca como víctimas de motivación política a quienes sufrieron ataques de grupos de extrema derecha o de funcionarios públicos, integrándolos en un mismo bloque, mientras se excluye a los de extrema izquierda”, ha señalado ANVITE.

El colectivo ha criticado que el documento proclame la condena de toda violencia política en conjunto —ETA, franquismo, extrema derecha o abusos policiales— porque, a su entender, transmite “un mensaje ambiguo que relativiza la culpabilidad de los terroristas”.

Por último, ANVITE ha advertido de que “si de verdad queremos construir paz y democracia, no se puede transigir con los violentos ni ceder a sus exigencias”. Y ha concluido que, sin principios éticos irrenunciables, cualquier plan será “un documento vacío, incapaz de garantizar la justicia, la dignidad y la memoria que merecen las víctimas del terrorismo de ETA”.