COMERCIO LOCAL
Irantzu, la joven pamplonesa que toma el relevo a una tienda con décadas de historia en la ciudad: “Estoy muy contenta”
"Estoy en lo que me gusta, que es la moda, trastear con la ropa y hacerla”, ha confesado la nueva dueña.

Irantzu Aured Medrano ha decidido dar un paso que no todos se atreven a dar: quedarse con una tienda de barrio y mantener viva su esencia. A sus 39 años, esta pamplonesa del barrio de la Rochapea, “de toda la vida”, ha tomado el relevo de un comercio con décadas de historia y lo ha hecho con la ilusión de quien siente que ha encontrado su lugar.
El negocio se ubica en una zona con vida propia, donde conviven pequeños comercios de siempre. Muy cerca están el Zapatero Cándido o Frutas Ignacio, referencias en el barrio y vecinos de lo que ahora se ha convertido en su nueva aventura.
Su relación con la moda empezó en casa, cosiendo. Lo recuerda con naturalidad: “He trabajado cosiendo desde que nació mi hijo mayor, que tiene 13 años. Ha ido la cosa a más y me puse como artesana en los mercadillos”. Así fue como conoció a Txaro, la dueña del establecimiento, que le animó a colocar allí sus bolsos y mochilas. “Encajaron bien y a partir de ahí fuimos cogiendo confianza”.
Esa confianza con la anterior propietaria fue creciendo hasta que llegó la propuesta. “Txaro me dijo que se iba a jubilar y a ver si yo quería coger la tienda. Al final dije que sí. Ahora estamos las dos, para que me enseñe cómo funciona y presentándome a proveedores y clientes. Me ha dado muchísima confianza y ya en octubre me quedo yo sola en la tienda”, ha explicado.
El local no es otro que Txaro Moda, en la calle Bernardino Tirapu 61, un clásico en la Rochapea durante casi treinta años. Su nueva responsable ha reconocido que se ha sentido arropada desde el primer día: “Estoy muy contenta por la buena acogida de la gente. Entran a saludar y a presentarse. Muy bien porque ya hay una clientela y ellos agradecidos".
"Hemos visitado a los proveedores. Todo va a seguir con el mismo estilo que antes. Lo que sí que los complementos míos los tendré hasta que se acabe el stock porque los hago yo y pausaré un poco hasta que lo retome con más tiempo”.
El apoyo de su entorno ha sido total. “Me apoyan a tope. Están todos felices. Mis padres, mi pareja y mis dos hijos de 10 y 13 años. Estoy en lo que me gusta, que es la moda, trastear con la ropa y hacerla”, ha confesado. Además, ha subrayado que vive a solo dos minutos del local, un detalle que refuerza aún más el vínculo con su barrio.
La oferta se mantiene amplia y pensada para diferentes edades. “Es desde chandals hasta ropa de vestir diario cómoda, que la pueda usar una chica joven de 25 o 30 años hasta una señora de 80. Hay bastante gama, de todo tipo. Entra a comprar gente mayor y gente joven”, ha descrito.
Y, como artesana, ya ha empezado a dar su toque personal. Ha incorporado joyas de papel elaboradas en Galicia y ha anunciado que, con el tiempo, sumará más bisutería y otras piezas hechas a mano.
La anterior dueña, Txaro González, no ha escondido la emoción que le supone este relevo. En redes sociales, ha explicado que se trata de un paso cargado de significado: “Llevo al frente de este negocio toda una vida, casi treinta años, y ha llegado el momento de dar otro paso más. Es el momento de mi jubilación y de hacer un traspaso de la tienda”.
Ha confesado también que lo ha hecho con plena confianza en Irantzu: “Había pensado en una persona un poco especial que sepa llevar esto, que trabaje con mucho cariño como lo he llevado yo, con el tiempo que le he dedicado yo y alguien de mucha confianza, que entienda a la gente del barrio como es Irantzu. Pensé en ella y me voy tranquila al seguir Irantzu, la nueva cara de la tienda”.