Miguel Azagra, nuevo miembro de TSJN: "Desprestigiar a la Justicia socava el Estado de Derecho"
El magistrado Miguel Azagra Solano, que ha tomado hoy posesión como presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), ha defendido la independencia de los integrantes del Poder Judicial ante las descalificaciones y los intentos de desprestigio a los que sus integrantes están sometidos. Azagra ha sucedido en el cargo a Carmen Arnedo Díez, quien presidía la Sala de lo Social desde el 7 de junio de 2018.
Miguel Azagra ha jurado su cargo en acto celebrado ante la Sala de Gobierno del TSJN, que ha estado constituida hoy por Joaquín Galve, presidente; Julián Huarte, presidente de la Audiencia Provincial; Mari Paz Benito, magistrada de la Sección Segunda de la Audiencia; Emilio Labella, titular del Juzgado de lo Penal nº 4 de Pamplona; Marta Arnedo, titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de la capital navarra; y Alfonso Pérez, secretario de Gobierno.
A la toma de posesión, en la que Azagra ha sido amadrinado por la anterior presidenta de la Sala, Carmen Arnedo, han asistido, entre otras autoridades, el vocal del Consejo General del Poder Judicial Carlos Orga; la consejera de Interior, Función Pública y Justicia del Gobierno Navarra, Amparo López; y el fiscal Superior de la Comunidad foral, Jaime Goyena.
De un tiempo a esta parte, según ha expuesto Azagra en su discurso, el Poder Judicial se ha visto sometido a consideraciones que superan las críticas normales —y a veces necesarias— a cualquier institución o poder del Estado, para constituir descalificaciones institucionales e incluso personales carentes de cualquier rigor, que han servido para trasladar al ciudadano dudas e inquietud sobre aspectos tan dispares como el sistema de acceso a la carrera, las designaciones o nombramientos, la independencia judicial respecto de otros poderes del Estado, la imparcialidad o, incluso, sobre la verdadera motivación de sus resoluciones.
Estos intentos de desprestigio, ha apostillado, producen intranquilidad, relajan la confianza que los ciudadanos tienen en sus jueces y no hacen sino socavar el Estado de Derecho, que es el soporte de la democracia. “Conozco a una gran parte de los magistrados y las magistradas que prestan servicios en la Comunidad Foral de Navarra, no solo en el orden social de la jurisdicción sino también en el resto de jurisdicciones y, créanme, su trabajo, nuestro trabajo al servicio del ciudadano, se basa en un compromiso personal y profesional inquebrantable que solo tiene como referente la imparcialidad, el sometimiento a la Constitución, a la Ley y al Estado de Derecho”, ha defendido.
Miguel Azagra ha señalado que los jueces y juezas de esta comunidad están llamados hoy más que nunca a cumplir con la función encomendada de ser garantes de la aplicación del ordenamiento jurídico “frente a todos, y de ser así garantes de la convivencia”. “Pese a la carencia de medios materiales y personales, pese a las críticas a veces exacerbadas e injustas, seguiremos desempeñando nuestra tarea como lo venimos haciendo, con responsabilidad y con el máximo respeto a los principios de independencia e imparcialidad con los que juramos o prometimos desempeñar nuestro cometido”, ha realzado.
En su discurso, Azagra ha reclamado la tercera plaza de magistrado para la Sala de lo Social, que desde su creación cuenta solo con dos titulares y no con tres que es lo propio de cualquier tribunal. Esta circunstancia ha determinado que deba ser completada permanentemente con titulares de otras Salas del Tribunal Superior, con magistrados de órganos unipersonales o a través de magistrados suplentes.
Esta inusual composición, ha añadido, impide dotarla de una mínima estabilidad. “Teniendo en consideración lo que acabo de decir, es evidente que la primera y más importante medida a la que pretendo dedicar mis esfuerzos es la de solicitar de quien corresponda la creación de la tercera plaza de titular de la Sala, pues solo de esa forma puede evitarse el conjunto de anomalías funcionales patentes que arrastra este tribunal desde su creación”.
El presidente de la Sala de lo Social ha destacado, asimismo, el aumento del 20% que se ha producido en las causas que ven, es decir, en los recursos de suplicación interpuestos contra las sentencias dictadas en primera instancia por los Juzgados de lo Social, así como el incremento del 32% en las sentencias dictadas respecto al año anterior.
“Este incremento en la litigiosidad es igualmente patente en los Juzgados de lo Social de Navarra. En el año 2024 las reclamaciones ingresadas en los Juzgados de lo Social se situaron en 5.701 con un incremento del 11,5% respecto del año anterior, resolviéndose casi un 21% más de asuntos que en la anualidad precedente. Cada juzgado recibe casi 1.200 asuntos al año, circunstancia que hace materialmente imposible una respuesta adecuada al ciudadano en una materia tan sensible como la propia del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social”, ha remarcado.
Todos estos números, ha matizado, podrían haberse incrementado exponencialmente de no existir una labor de mediación y conciliación muy relevante por parte de los órganos de solución extrajudicial de conflictos existentes en la Comunidad Foral de Navarra. Por poner un ejemplo, el Tribunal Laboral de Navarra tramitó 3.707 reclamaciones en 2024, que afectaron a 11.515 trabajadores, en las que se alcanzaron acuerdos en un 64% de las mismas.
“Pues bien, mi compromiso como presidente de la Sala no puede dirigirse solo y exclusivamente a mejorar el funcionamiento y la respuesta que el Tribunal —la Sala de lo Social— debe dar a las cuestiones que se le plantean, sino también, y a través de la Sala de Gobierno, en la función gubernativa para la que también he sido nombrado, debe dirigirse a intentar acometer las iniciativas necesarias para que el trabajo en los juzgados pueda llevarse a cabo con los medios materiales y personales necesarios para ello y conseguir así una respuesta rápida y adecuada a las cuestiones litigiosas que los ciudadanos deducen ante nuestra jurisdicción”, ha subrayado.
En su intervención, Azagra ha agradecido la labor de los funcionarios de la oficina judicial, así como de la letrada de la Administración de Justicia, Sagrario Sánchez Equiza, que próximamente se jubilará. De igual forma, también ha tenido un recuerdo para los magistrados y magistradas que a lo largo del tiempo han formado parte de la Sala de Social “posibilitando su funcionamiento”. “Pero muy especialmente, muchas gracias a ti Carmen [Arnedo Díez] por tu trabajo como presidenta de la Sala en los últimos años. Gracias por tu dedicación, por tu responsabilidad, por tu profesionalidad y por tu sentido del deber en momentos que no siempre han sido fáciles”, ha enfatizado.
Miguel Azagra, natural de Pamplona, de 61 años, ingresó en la carrera judicial en 1989, y su primer destino fue el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Estella (Navarra).
En junio de 1992 ascendió a magistrado y obtuvo plaza en el Juzgado de lo Social nº 1 de San Sebastián. En noviembre de 1998 concursó, y se trasladó al Juzgado de lo Social nº 2 de Pamplona.
El 11 de mayo de 2005 fue nombrado por el CGPJ presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, cargo que desempeñó hasta 2016, es decir, durante casi 11 años. Desde entonces, y hasta la fecha, desarrolla su función de magistrado en la Sala de lo Social del TSJN.
Miguel Azagra ha sido miembro electo de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Navarra y cuenta con experiencia docente. Es profesor de la Universidad de Navarra (UNAV) en materia laboral desde hace 30 años.
Asimismo, fue magistrado colaborador en la UPNA durante 7 años impartiendo prácticas externas a los alumnos. También es desde hace 26 años profesor permanente del Foro Aranzadi Social, donde comenta las sentencias de los juzgados y de la Sala de lo Social de Navarra.