El pacto perverso de un joven con su hermanastra en Navarra: confirman la condena por abusos sexuales
El condenado, de 27 años y origen ecuatoriano, no podrá acercarse a la víctima durante 10 años y deberá indemnizarla con 30.000 euros.
El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha confirmado la condena de 6 años de prisión impuesta a un joven de 27 años por abusar sexualmente de su hermanastra, cuando la menor tenía solo 8 años. La resolución, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, ratifica la sentencia dictada el pasado abril por la Audiencia Provincial de Navarra.
Además de la pena de cárcel, el acusado no podrá acercarse ni comunicarse con la víctima durante 10 años y deberá cumplir otros 10 años de libertad vigilada una vez finalice la condena. También tendrá que indemnizar a la menor con 30.000 euros por el daño moral ocasionado.
El procesado, de origen ecuatoriano y residente en España desde 2016, convivió con su madre, el marido de esta y las hijas en común del matrimonio. Durante ese tiempo, aprovechaba los momentos en los que quedaba a cargo de su hermanastra para exigirle actos sexuales a cambio de dejarle el teléfono móvil para jugar a videojuegos. Los abusos se prolongaron hasta que en 2022 se marchó a vivir con su pareja.
A raíz de estos hechos, la niña ha desarrollado síntomas depresivos y sentimientos de culpa, por lo que desde enero de 2024 recibe atención psicológica de la Sección de Asistencia a Víctimas del Delito de Navarra, dependiente del Servicio Social de Justicia.
La Audiencia de Navarra calificó los hechos como un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años, destacando como prueba principal la declaración preconstituida de la víctima, reproducida íntegramente en la vista oral. La defensa recurrió pidiendo la absolución o la repetición del juicio, pero tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular solicitaron confirmar la condena.
El TSJN ha considerado que el relato de la menor es consistente y está respaldado por pruebas objetivas, testificales y periciales psicológicas. Los magistrados subrayan que su testimonio ha sido calificado de “altamente creíble” por las psicólogas forenses.
Uno de los puntos clave fue la negativa de la Audiencia a que la menor declarara de nuevo en el juicio. El Tribunal Superior respalda esta decisión para evitar la revictimización, recordando que obligar a la niña a testificar de nuevo podría interferir en su proceso de adaptación y tratamiento psicológico.