Ley de gravedad
Me dio mucho asco, sentí un escalofrío y se me puso la carne de gallina hasta que, con la ayuda de un pañuelo de papel, desapareció…
Aunque no te lo creas, a pesar de lo que me ocurrió, el otro día tuve bastante buena suerte. Iba por la calle pensando en mis cosas y noté cómo se estrellaba en mi cara un cuerpo extraño. Aquello dejó de ser extraño cuando supe que se trataba de una cagada de pájaro.
Me dio mucho asco, sentí un escalofrío y se me puso la carne de gallina hasta que, con la ayuda de un pañuelo de papel, desapareció… Afortunadamente no hubo testigos que pudieran desternillarse o ganar unos cuantos euros en ‘Vídeos de primera’.
Recuerdo que miré hacia arriba y aquel bicho cantaba descarado, casi chulesco, desde la rama de un árbol. Me dieron ganas de agarrarle del pescuezo, pero no me fié de la ley de la gravedad…
Llegué a casa. Me duché. Me froté la cara mil veces. Y encendí el ordenador para matar el tiempo. Sí, puse en el cajetín de Google “excremento de pájaro”. Creo que era el tercer resultado del buscador: “El secreto de Tom Cruise para estar guapo: mascarilla de excremento de ruiseñor”.
El mes que viene tengo una boda, así que pienso ir un par de días antes a aquel árbol. Por aquello de la ley de la gravedad…
Ideación de ‘Ley de la gravedad’
Leo con asombro que el secreto de Tom Cruise para estar guapo consiste en utilizar una mascarilla de excremento de ruiseñor.
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