Poema del 13 de junio

Poema del 13 de junio.

La noche vuelve a inundarme de luz. Tú eres la noche.

Nadie lo sabe excepto

Luis Alberto de Cuenca y yo.

Cuando tenía seis o siete años

Me caí dentro de un poema inmenso

Convirtiéndome, así, en poeta.

El problema de este gran privilegio

Es que solo puedo ejercerlo

Un solo día al año.

El 13 de junio.

Exacto.

Hoy.

Durante el resto del tiempo

Vengo a ser un tipo normal.

Torpe al andar;

Me acelero y seseo al hablar;

Mi pelo es descuidado

Y mis gafas de Harry Potter

No provocan mucha magia, la verdad.

Pero no hoy.

Hoy no.

En este momento tengo

El oro y la fantasía en mi mano.

Y algo que se parece

A la primavera

Vestido de turquesa

Y de marfil y rosa

-similar a un sueño-

Elaboro para ti.

Cerca de la ventana

Mi esposa lee.

Deberías verla.

A la luz aún es más luciérnaga.

Un suspiro salpica la cortina

Y la hace bailar.

Oteo una nube

-diferente al resto-

Parecida a una flecha

Y un olor a estrenada mar

-que casi casi luce-

Me sabe dulce

En mi paladar.

Pero cuando este poderoso día acabe

Como lo hace el arroyo en el espejo

Regresaré a mi andar torpe

Y a mis gafas sin magia

Y a mi pelo descuidado,

Mientras Luis Alberto de Cuenca y yo

Admiramos a mi esposa

-a la que deberías verla-,

Con esa maravillosa delicadeza que tiene

En su existir.