Soneto de la España sufriente

Voluntarios de la asociación DYA desinfectan bajo la lluvia camillas en las inmediaciones del Complejo Hospitalario de Navarra prevenir la expansión del coronavirus. EUROPA PRESS
Texto enviado por Rafael Ceres. 

Nos anticipa nuestra inteligencia

amanecer de nuevas primaveras

en las gentes de cuerpo y alma; enteras,

muy conscientes de su óntica indigencia.


Y también de mañanas soleadas

que al buen Dios levanten nuestra alma.

¡España!, con su aire y mar en calma,

y sus "dos ellas" en una, unificadas;


con hombres anhelantes de ventura,

sin parásitos en sangre, anhemizantes,

celosos de ciencia y de cultura;


sin soberbios cainitas lacerantes,

aspirando a tener a buena altura

e impulsar nuestra España hacia delante.

Texto enviado por Rafael Ceres.