Asirón extermina los árboles de la cuesta de Beloso

Me jode especialmente porque, cuando juego como buen cuarentón a ser runner, utilizo esa ruta muchas veces para subir a Pamplona después de darme trotando la vuelta de rigor por el paseo del Arga: tipitapa-tipitapa-corricá. Es flipante, no hay espacio que no te joda un aberchándal.

Llegó Asirón y haciendo honor a la tradición aberchándal, encapuchados por la noche, cuando nadie se ha dado cuenta -como si alguno de los suyos se lo fuera afear, que no se lo reprocharía ni aunque hubiera dinamitado la ciudad entera-, sacó el hacha y se ha puesto a talar árboles por la espalda como si no hubiera un mañana. Adiós a los árboles de la cuesta de Beloso, hola losa de cemento Bildutarra.

Me jode especialmente porque, cuando juego como buen cuarentón a ser runner, utilizo esa ruta muchas veces para subir a Pamplona después de darme trotando la vuelta de rigor por el paseo del Arga: tipitapa-tipitapa-corricá. Es flipante, no hay espacio que no te joda un aberchándal. Hasta en lo deportivo te revienta el escenario esta gentucilla.

Hecatombe arbórea, decenas y decenas de inocentes seres vivos que nos daban sombra a los peatones que subíamos y bajábamos por la cuesta de Beloso hechos serrín. La pringada tropilla aberchándal guarda silencio, ni una protesta, ni media mala cara contra su líder. La ecología que esgrimieron para cargarse a Ibarrola, que paralizó ella sí la tala de árboles de la plaza de la Cruz, aquí se la han pasado por la entrepiernoak: motosierrak y a kallar. Árboles fatxas y pimpampún. La pulsión destructiva los aberchándales la llevan en su naturaleza, como el escorpión de la fábula que le mete un aguijonazo a la rana en mitad del río. Jotaké. Algo habrá hecho el árbol. Que se joda, por españolazo. Árbol, devuélvenos la sierra, le dirán por teléfono a la madre árbol. Lo de siempre.

Si había unos árboles que conservar, porque tenían una función cojonuda, que es la de no morir achicharrados subiendo y bajando por esa cuesta en verano, eran estos, pero Asirón, cobardemente, que los podía haber amnistiado, ha decidido que a la mierda, me los cargo y punto.

Y encima le echo la culpa de mis decisiones a UPN, que seguro que cuela entre mis pringados votantes batasunos y santas pascuas. Hay que tenerlos permanentemente arrodillados con la boca dislocada, Joseba Andoni, para que traguen y vuelvan a tragar, no se vayan a relajar ahora que los tenemos entrenados y se olviden para lo único que sirven: komulgar con ka con las ruedas de molino que les ordenemos deglutir desde la cúpula aberchándal. Hasta la kampanilloak. Glups.

El alikate del partido que paralizó en Guipúzcoa una incineradora con todas las licitaciones de las constructoras aprobadas dice que no podía detener una simple tala de árboles porque patatas. Je. Claro que lo podía paralizar, cómo no lo va a poder paralizar, pero ha preferido, yo qué sé por qué, tampoco lo va a explicar, crear una autopista de hormigón armado bajo la solanera para que desciendan las bicis eta patinetes a altas velocidades hacia Burlada.

Subir pocos van a subir ese kilómetro, y menos en verano, si no quieren cascar por una insolación, que a lo mejor ese es el objetivo, que alguien entregue la cuchara para echarle también la culpa a UPN.

-A que no hay huevos de que nuestros pringados votantes aberchándales culpen también de eso a UPN, alikate.

-Que no, sujétame el kubati.

 Y eso es todo.