Geroa Bai reconoce que la sanidad Navarra está desmantelada

Uxue Barcos de Geroa Bai y Unai Hualde presidente del PNV en Navarra, charlan a la entrada del Pleno celebrado en el Parlamento. IRAITZ IRIARTE.
El siete es un numero importante, también para Navarra. Siete años lleva en el gobierno la coalición de aberchándales y socialistas.

Siete. Número mágico. Número de la perfección. Eso dicen. Después de crear el mundo, Dios se reservó el día séptimo para él como sagrado. Algo tendrá el agua cuando la bendicen y si en la Biblia aparece tantas veces... 70 veces 7, o por ahí, por algo será. Hasta los descreídos como yo lo vemos.

Siete días tiene una semana y cada siete días cambian también las fases lunares, por ejemplo. Siete colores forman el arco iris. Siete notas tiene la escala musical. Saquen los dedicos y cuenten: lunes, do, martes, re... rojo, verde, cuarto menguante. Siete. Siempre siete.

El siete es un numero importante, también para Navarra. Siete años lleva en el gobierno la coalición de aberchándales y socialistas. Y después de siete años que llevan haciendo, y sobre deshaciendo, en Navarra sin contar con nadie, a su antojo, se ha dado cuenta el PNV, para nosotros Geroa Bai, que la sanidad navarra está hecha unos zorros... y zorras, supongo, que me pierdo en estos lenguajes inclusivos modernos, como si no tuvieran nada que ver ellos en estos siete años de demolición. 

Leíamos estos días en esta casa que los aberchándales se han montado un foro, como si no pudieran hacerlo dentro del gobierno del que forman parte, para constatar que la sanidad Navarra está liquidada. Siete es el roto que le han hecho al servicio más valorada de Navarra, ay, en un tiempo ya tan lejano, que pareciera también hasta en otra galaxia. 

Que nadie habla bien de la sanidad en Navarra, siempre encontrarás al séptimo de caballería, con k, que te lo defenderá con una rasmia digna de un Custer aberchándal en su Little Bighorn mental, es un hecho que pocos ya se atreven a discutir. Los que han pasado últimamente por las manos del Servicio Navarro de Salud, si consiguen salir de allí con vida, solo transmiten historias de terror. Los siete pecados capitales hechos Osasunbidea

Ah, qué tiempos aquellos en los que el mayor drama sanitario que teníamos era que los macarrones de la cena estaban demasiado calientes o fríos, o fíjate tú que el pescado estaba hervido y no frito, kabentxotx... o que la manzana era demasiado pequeña. Menudos pollos montaron con la comida, con gran aparato y fanfarria de seguidores, los que hoy no han dejado departamento hospitalario sin aniquilar en completo silencio. 

Hoy, siete años después, ya no hay manifas, porque aquí si no eres de izquierda o aberchándal, valga la redundancia, y te quejas es porque eres un facha, pero todo el mundo sabe que el rey está desnudo, con el culo al aire y no precisamente por los pijamas tradicionales que te colocan cuando te ingresan para pasar por talleres. 

Siete años llevábamos de vacas flacas sanitarias que se han comido a las vacas gordas, que es lo que soñó el Faraón y que Josué interpretó como la duración de  los ciclos de bonanza y escasez en el antiguo testamento. Siete provincias tiene la euskkkalerría fantasmagórica con la que sueñan los aberchándales, que es lo único que les interesa del presente. 

A ver si este periodo termina al menos al octavo año, y se largan a su casa o al Metabertzoak a construir países en el aire, quimeras de humo en el cielo, antes de que nos quedemos sin salud física y mental los seres analógicos, los de carne y hueso. Y eso es todo.