Osasuna, el orgullo del pequeño
Osasuna es un Barcelona ficticio, porque estar en la misma competición que estos equipos millonarios nos hace más grandes a los pequeños. Si sacamos algo, bienvenido sea, y si perdemos, decimos: ¡ya podrán! Con el dinero que tienen y el que deben, pueden ganar a cualquiera. Perdón por la entrada, pero tenía ganas de decirlo y, encima, regalando dinero al vicepresidente de los árbitros. ¡Qué pequeños somos respecto a estos clubes, pero qué grandes en ilusión deportiva!
Osasuna, en un SPOTIFY ficticio, porque le quedan muchos años de pago, se presenta a jugar contra un plantel de jugadores extraordinarios y grandes atletas, a ver si les puede dar un disgusto o, por lo menos, algún susto.
Hansi Flick contra Alessio Lisci: curiosa coincidencia entre dos equipos tan regionalistas, aunque en esta parcela parece estar muy por encima el alemán respecto a Alessio Lisci. Pero no importa: en el campo, 11 contra 11, más el Sr. árbitro, y así se ha demostrado hoy.
Barcelona – Osasuna. Casi me olvido de que se ha jugado un encuentro de fútbol en el que se dilucidaban solo 3 puntos. Los navarros, con una alineación muy aseada, pero dispuestos a que no les hagan gol, colocan delante de la línea del área dos murallas defensivas con el fin de entorpecer el juego preciosista y eficaz de los blaugranas. Por poco no lo ha conseguido.
Budi tiene dos «casi gol» y otro de Víctor Muñoz, que hicieron temblar a los catalanes; hasta el VAR estuvo de nuestra parte. Nadie nos dimos cuenta de que el córner fue motivo de offside y anuló el gol; qué listo, lo ve todo. Las contras con Víctor hacían daño, pero el aspecto físico de esos atletas también cuenta, y no le dejaban tirar a gol con claridad a nadie.
Orden defensivo excepcional en la primera parte, incluido Arguibide (¿el del Promesas?). Sí, el mismo. Menudo aprendizaje con nota. ¿No decíamos que no había nadie en el Promesas para el primer equipo? Para saber si valen, hay que PONERLOS.
Raphinha rompe el partido tras los cambios, a partir del minuto 65, que aportan un poco de aire, pero también desorden en defensa y, claro, en el minuto 69 se rompe la tela de araña en una buena combinación blaugrana, y Raphinha estropea las ilusiones del equipo rojillo (hoy de blanco). Parecía acabarse aquí el partido, pero Osasuna se planta adelante y consigue un gol anulado no sé por qué, y aquí el VAR no entra; ¡qué casualidad! No vaya a ser que Osasuna empate y estropeemos todo.
De todas formas, hemos visto un Osasuna competitivo, con jugadores que encajan en este equipo y en esta Primera División, que la plantilla es un poco corta, que el entrenador sabe lo que se lleva entre manos. Y esto hay que corroborarlo el próximo encuentro en el Sadar contra el Alavés.
Subtítulo (texto literal, 30-40 palabras):
De todas formas, hemos visto un Osasuna competitivo, con jugadores que encajan en este equipo y en esta Primera División, que la plantilla es un poco corta, que el entrenador sabe lo que se lleva entre manos.