Algo le falta a Osasuna

El portero de Osasuna, Sergio Herrera (i), detiene el remate de Rafa Mir (2-d), del Elche, durante el partido de la sexta jornada de LaLiga de fútbol que CA Osasuna y Elche CF disputan este jueves en el estadio El Sadar, en Pamplona. EFE/Jesús Diges
El análisis queda para el entrenador: que comience por darse cuenta de que, con el marcador apretado, el juego en los minutos finales depende más de estados emocionales que de propuesta de juego debido al resultado tan justo.

Por fin un partido de bocadillo, aunque sea en jueves, muy raro todo; con lo importantes que son estos tres puntos, que estos sí que son de nuestra liga. Un Osasuna que viene escaldado de la derrota de Villarreal, donde sí pudo hacer algo más. Pasemos página y a lo nuestro, que es poner toda la carne y sabiduría futbolera en el asador y ganarle a un equipo recién ascendido que algo tiene para no conocer la derrota hasta llegar al Sadar.

El míster romano pone sobre la cancha un once dispuesto a ganar el encuentro como sea, perdón, a defender el empate, porque con cinco defensas de salida, eso es lo que a todos nos ha parecido.

Con el partido ya en marcha hemos comprobado que con cinco defensas se pueden hacer muchas cosas en ataque; hasta ha habido momentos de buen juego rojillo. Además, en una de estas jugadas rápidas, Víctor, el rápido, ha hecho un golazo para ponerlo en un cuadro. A partir de aquí todos creíamos que Osasuna iría a más; pero he aquí que la parroquia rojilla se iba dando cuenta de que el equipo ilicitano no perdía el balón ni por las malas ni por las buenas. Esto, al final, ha tenido sus consecuencias.

Osasuna, a base de contras, ha puesto en peligro la portería contraria, pero entre errores técnicos, prisas por llegar o descuidos, no ha habido forma de aumentar el marcador. Los laterales aportaban mucho al tener tres centrales en defensa, los centrocampistas combinaban bien, pero no había forma de hacerle daño al Elche. Este equipo me ha sorprendido en la forma de llevar el encuentro adelante: control del balón a costa de lo que sea, 61 % de posesión, no perder esta posesión, aunque no terminemos tirando a gol, y, a pesar de todo, ha tirado a gol más veces que Osasuna.

A los rojillos, nada que objetar: han luchado, han hecho en algunos tramos del encuentro un gran juego; Moi, Moncayola y Torró, geniales en su labor, pero algo le falta a este equipo que no termina haciendo gol. ¿Precisión en los pases, decisión a la hora de tirar a gol? El análisis queda para el entrenador: que comience por darse cuenta de que, con el marcador apretado, el juego en los minutos finales depende más de estados emocionales que de propuesta de juego debido al resultado tan justo; de ahí que la toma de decisiones defensivas ha de resolverse de la forma más sencilla posible; llevamos dos partidos seguidos aprendiendo.

Por mi parte, algunas precisiones: le daría más minutos a Raúl en detrimento de Budimir; hay que ser capaz de evolucionar y cambiar los esquemas de juego según las necesidades que te marca el contrario y las variantes que puedas realizar con los jugadores disponibles en la convocatoria.

Por cierto, estoy dispuesto a no hacer ninguna referencia a los árbitros, que bastante tienen con lo suyo y toda la prensa mediática que rodea a este deporte. ¿No les parece a ustedes que tienen que salir a cada encuentro pensando en “a ver si no me equivoco, que si no me fríen todos los medios de comunicación”? Y esta actitud seguro que resta eficacia al desarrollo de su labor. Como dice un amigo mío: “de los 25 deportistas que participan en un encuentro de fútbol, el que menos se equivoca es el árbitro”.

¡Aúpa Osasuna!