Osasuna - Sevilla: ¿nadie quiere los tres puntos?
Un partido peculiar este Osasuna-Sevilla: sin agobios de puntos, algún titular lesionado, la visita de un clásico como ha sido siempre el Sevilla y, como entrenador de los andaluces, Caparrós, entrenador veterano donde los haya y conocido rojillo; ingredientes para todos los gustos.
Vicente Moreno habrá respirado más tranquilo de cara al final de temporada, aunque a todos nos hubiera gustado estar más cerca de los puestos europeos, que en su mano ha estado. Sin embargo, creo que el racanismo mostrado en sus planteamientos durante muchos encuentros no se lo ha permitido antes.
Osasuna, con su tradicional alineación, su defensa de tres centrales y la única novedad de Pablo en lugar de Moncayola, se planta ante un Sevilla algo desconocido, tanto en sus jugadores como en su estructura de equipo.
Una vez conocidas estas premisas, nos damos cuenta de que no sabíamos si estábamos ante un encuentro amistoso o de pretemporada. Sin embargo, nos estábamos jugando unos participar en Europa y otros el descenso. No nos podíamos creer que ambos equipos se jugaran tanto; la pregunta que pululaba por el estadio era: ¿nadie quiere los tres puntos?
Menos mal que Rubén García, de falta directa, se le ocurre limpiar las telarañas de la portería del Sevilla, que el encargado del campo se había olvidado de limpiar. Allí estaba él para hacerlo. ¡Vaya falta bien tirada! Con esto podíamos finalizar todo lo que pasó en el encuentro; incluso podíamos habernos marchado a casa.
En toda la segunda parte, Osasuna, contra 10, es incapaz de coordinar una jugada de ataque para asegurar el marcador, ni siquiera para meter un poco de miedo al Sevilla y asegurarse el marcador. Todo lo contrario, los andaluces lograron llegar a balón parado: de tres córners, tres remates y uno salvado in extremis por Sergio, que hubiera supuesto el empate.
Teníamos curiosidad por ver el regreso de Bryan, quien aportó algo diferente al equipo. Aunque se ve que está a falta de ritmo competitivo, puede aportar algo más al juego de ataque del equipo.
Los tres puntos que nos hacen llegar a los 44 no están nada mal, pero lo visto en cuanto a planteamiento del partido, desarrollo del juego y las ganas de ganar se han quedado muy escasos. No parece haber sido un partido ni emocionante ni ilusionante. En los encuentros que faltan, ¿podemos ver algo diferente? La respuesta, para Don Vicente.
¡AUPA OSASUNA!