Algunas reflexiones para Vicente Moreno, entrenador de Osasuna

El entrenador de Osasuna, Vicente Moreno, durante el partido de la jornada 35 de LaLiga EA Sports entre el Betis y Osasuna, el pasado domingo en el estadio Benito Villamarín en Sevilla.-EFE/ Julio Muñoz
La dirección técnica y el presidente deben dejar claro al nuevo entrenador la identidad del club al que llega: recursos económicos limitados y una necesidad imperiosa de jugadores propios de la cantera.

Estos días han abundado los comentarios sobre la ausencia total de jugadores del Promesas en los partidos de Osasuna en Primera División. Todo surgió a raíz de que diversos medios de comunicación resaltaron un hecho inédito esta temporada: ningún jugador ha debutado con el primer equipo, siendo Osasuna el único club de la categoría en esta situación.

Este tema parece haber calado en el míster o en la dirección técnica hasta el punto de que, en la rueda de prensa previa al viaje a Sevilla, no tardó en salir a relucir —como era de esperar—.

El entrenador expuso tres razones para justificar esta ausencia de debutantes:​

1 - Ningún jugador del equipo Promesas ha "tirado la puerta" para pasar (expresión utilizada en el ámbito futbolístico para referirse a un jugador tan bueno que su rendimiento mejora el de cualquiera de los del primer equipo).

2 - La ausencia de lesiones en la primera plantilla ha impedido la necesidad de promover jugadores desde el filial.

3 - La plantilla del primer equipo está cerrada y no hay espacio para más. Además, el Promesas necesita salvar la categoría en la que compite, por lo que no era cuestión de desmantelar al equipo.

Además, añadió que en los equipos donde ha entrenado anteriormente (Mallorca y Espanyol) promovió jugadores jóvenes de 15, 16 y 17 años, lo que lo exime de cualquier sospecha de falta de confianza en la cantera.

Desde el principio, este entrenador me había transmitido muy buenas sensaciones, pero en este tema me ha desbordado negativamente. Aunque es cierto que desde fuera del club puede ser difícil analizar correctamente la situación por falta de información interna.

En primer lugar, la dirección técnica y el presidente deben dejar claro al nuevo entrenador la identidad del club al que llega: recursos económicos limitados, una necesidad imperiosa de jugadores propios de la cantera, integración total del equipo con su afición, gran comprensión con los fichajes externos y una especial valoración de los futbolistas que debutan desde las categorías inferiores.

Está claro, estimado Vicente, que a usted no le explicaron adecuadamente estos principios grabados con letras doradas en las puertas del club. El Club Atlético Osasuna, por su propia naturaleza y porque no tiene más remedio, conforma una plantilla corta en el primer equipo. Esto obliga al entrenador, en caso de bajas por lesión o sanción, a recurrir a jugadores de los equipos inferiores. Lo que en otros clubes puede generar dudas, aquí lo tenemos asumido como una norma no escrita.

Para cerrar, quisiera recordar un hecho ocurrido en Tajonar: en una conversación en la que intervinieron Patxi Izco (q.e.d.), Javier Aguirre y Jesús Corera como oyente, Aguirre le comentó al presidente:

"El equipo necesita con urgencia un lateral derecho."

"Lo tienes claro," respondió el presidente, "date una vuelta por los campos de Tajonar esta tarde y elige al que quieras."

Dos días después, José Izquierdo entrenaba con la primera plantilla, debutó y jugó tres temporadas completas como titular en el primer equipo.

Como reflexión final, resulta imprescindible analizar la composición del equipo Promesas: qué tipo de jugadores lo conforman, qué aportan en esta categoría de 1ª RFEF los futbolistas de más de 23 años fichados de fuera, y otras cuestiones fundamentales para construir un equipo acorde a la categoría en la que compite y las posibilidades que tienen para dar el salto.

¡Aúpa Osasuna!