Navarra: ¿Volverás a Región?

Bandera de Navarra en la Plaza de los Fueros de Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY
Tiempo al tiempo, y deseando que los navarros libres ejerzan su derecho al voto, llegado el caso de lo previsto en esa “antigua transitoria” si no es suprimida antes con la colaboración de CASA CONDE y Navarra pase a ser una “región”.

La cínica candidez e impostada “serenidad” mostrada por el presidente del Gobierno de España, en su reciente comparecencia en el Senado y la “contestación” a la senadora de UPN, respecto a la “entrega” de la alcaldía de Pamplona a EH Bildu, junto a sus continuas descalificaciones y poses (gafas al margen) calificando de capciosas las preguntas, confirman el total desprecio hacia las instituciones que tiene el sujeto, incluida la Constitución.

El resto de contestaciones a las cuestiones que planteó la senadora navarra, cuya estoicidad y aplomo fueron destacados en muchos medios de ámbito nacional, aguantando las continuas divagaciones y los preparados “mantras” contra el PP del “ególatra mutante”, me hacen presagiar un triste futuro para la Comunidad Foral, pues ni las imputaciones por corrupción de los ocupantes del turismo con el que recorrió la nación —del que no recordaba su marca— son capaces de despegarlo del sillón que “okupa” en Moncloa.

Por otra parte, puede darse una curiosa coyuntura con la “permanencia” de la Disposición Transitoria Cuarta, introducida en la C.E. de 1978, no exenta de controversias, que contempla una posible incorporación de Navarra a Euskadi, y cuya aprobación en el Congreso contó con la abstención del diputado navarro Jesús Aizpún, que no se demoró en encabezar la fundación de Unión del Pueblo Navarro en enero de 1979, precisamente por no compartir la citada Disposición.

Obviando opiniones e interpretaciones jurídicas, paradójicamente hay una salvaguarda en la D. Transitoria, gracias a lo previsto al final del primer punto y del segundo de la misma, ya que una iniciativa de un Parlamento Foral proclive a la incorporación a la señalada comunidad vecina tiene que ser ratificada en referéndum por la mayoría de votos válidos de los electores navarros, y, si no prosperase, esperar otros cinco años para plantear de nuevo la cuestión.

Pero existe el riesgo —estamos acostumbrándonos a ello— de que el Gobierno de la nación, de una u otra sibilina forma, entregue la Comunidad Foral al igual que la alcaldía de Pamplona, a los socios de su dócil franquicia navarra, a cambio de mantenerla en el sillón.

Tiempo al tiempo, y deseando que los navarros libres ejerzan su derecho al voto, llegado el caso de lo previsto en esa “antigua transitoria”, si no es suprimida antes con la colaboración de CASA CONDE (algunos medios: presidencia del T. Constitucional) y Navarra pase a ser una “región”.

Mantengo la esperanza, en contra del título de este escrito, sugerido por la lectura de la novela Volverás a Región de Juan Benet (1927-1933, Ingeniero de Caminos), cuya compleja trama se desarrolla al norte de un mítico país que, según la topografía que describe, me lo imagino accediendo por el “desierto” de Bardenas hacia el norte y divisando las montañas pirenaicas.