Con tanto enchufe “saltaron los plomos”

La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, con la misnistra navarra Elma Saiz. EUROPA PRESS
Cuesta creer que un ministro perciba un sueldo que no llega a los seis dígitos, mientras personas designadas por ellos mismos en sociedades, agencias, comisiones, observatorios e innumerables “chiringuitos”, doblen como mínimo el sueldo.

El “sueldazo” de 546.000 euros al año de la exministra ”responsable” de Red Eléctrica, afamada por el humillante e inédito apagón nacional, es inexplicable si lo comparamos con el de un ministro o el mismo presidente del Gobierno español. Cuesta creer que un ministro perciba un sueldo que no llega a los seis dígitos, mientras personas designadas por ellos mismos en sociedades, agencias, comisiones, observatorios e innumerables “chiringuitos”, doblen como mínimo el sueldo que figura para los titulares ministeriales en los Presupuestos del Estado.

Ello plantea duda o sospecha fundada sobre la transparencia de que presumen muchos de los políticos, y parece ser una burda burla al crédulo votante o militante, pues no se contabiliza dentro de su retribución lo que supone el coste de una confortable vivienda, sin gasto alguno, los desplazamientos, vacaciones, manutención, ocio y ciertas caras libertades o algún libertinaje, hasta me consta algún ministerio en que el café y bollo y el dentífrico para el gabinete y quizás algo más, van a cuenta del erario público.

Me podrán decir que alguno de los conceptos es el “chocolate del loro”, pero hay clases de chocolate y de loros. Se ha publicado, con lógico desmentido, que el exministro investigado en ámbito judicial por sus relaciones y contactos de todo tipo y género, percibió en su anterior etapa en el ministerio 500.000 euros de “opacas" dietas, e intuyo es otro cobro más que “soportan” estos cargos por su asistencia (o no, como diría un honesto presidente) a consejos y otras misiones.

En cuanto a la vestimenta, la llamada “masita” en la milicia para ropa, no tengo datos fiables, pero se me hace difícil creer que algunas ministras (me fijo más, obvio, en el género femenino) que aparecen asiduamente en los medios, les pueda alcanzar con el sueldo “base” para renovar y disponer del variado fondo de armario, que exhiben, lo que supone un importante desembolso, salvo que sea publicidad de las diferentes marcas o modelos, aunque en alguna ocasión no acierten con el ámbito o protocolo.

Nepotismo aparte, considero un abuso y malversación de fondos, estas escandalosas retribuciones, para afines y enchufados, en ámbito nacional, a lo que no es ajena la Comunidad Foral, con nivel más bajo en cuantía y quizás en perfil profesional, en los diversos chiringuitos montados “ad hoc” para contentar y compensar a afines y familiares. El desprecio y arrinconamiento de funcionarios y técnicos de carrera en la Administración, y la designación de tanto asesor y enchufe de afines han dejado en evidencia al Gobierno español.

La lamentable ausencia de una justificación técnica, sobre el insólito apagón, y el ridículo del presidente (el ególatra mutante) con sus dos tardías y confusas comparecencias y sus vacuas explicaciones unido a la declaración de la “responsable” del organismo competente, Red Eléctrica, que lo único que dejó claro es que no iba a dimitir. No habrá extrañado a nadie, con semejante nómina. Con tanto enchufesaltaron los plomos” para deshonra y desprestigio de la nación.