Osasuna mejora ante un rival que no da la talla para conseguir la primera victoria de la pretemporada
Osasuna ya sabe lo que es ganar en esta pretemporada. Y también Alessio Lisci, que ha conseguido este miércoles en Tafalla su primer triunfo como técnico rojillo con un contundente 3-0 ante el CD Mirandés, precisamente el equipo del que procede.
El partido, disputado en el campo de San Francisco, se enmarca dentro de los amistosos tradicionales de verano, aunque las circunstancias del rival invitan a matizar el resultado. El Mirandés, como en años anteriores, aún no ha terminado de confeccionar su plantilla y ha comparecido con apenas 13 jugadores profesionales, mientras su dirección deportiva trabaja contrarreloj para cerrar un bloque competitivo en Segunda División.
Con todo, Osasuna ha ofrecido una imagen más sólida, en línea con lo que ya dejó entrever el pasado sábado frente al Racing de Santander en Irún. El equipo se ha mostrado más compacto, con una presión alta ordenada, líneas muy juntas en campo propio y una actitud seria que ha provocado numerosas pérdidas en el rival.
El primer gol ha llegado pronto, en el minuto 11. Un desplazamiento largo de Juan Cruz ha pillado mal colocada a la defensa burgalesa. Raúl García de Haro, muy vivo, ha ganado la posición a su marcador y, tras aguantar el choque, se ha escorado a la izquierda para eludir al portero y marcar a puerta vacía.
El segundo tanto, también obra de Raúl, ha llegado justo antes del descanso tras una jugada coral por la banda derecha. Tras un robo en el centro del campo, Moncayola ha abierto a la derecha para Kike Barja, que ha puesto un centro perfecto a la cabeza del delantero. Raúl, como un obús, ha rematado de manera contundente dentro del área pequeña.
Ya en la segunda parte, Lisci ha introducido varios cambios: Torró, Boyomo, Rosier y Budimir han sustituido a Aimar, Moncayola, Juan Cruz y Abel Bretones. El técnico ha aprovechado para ensayar con una defensa de tres, con Rosier y Barja como carrileros largos, y una delantera formada por Budimir y Raúl, dos jugadores que muchos consideran incompatibles, pero que hoy han compartido minutos.
Con el paso de los minutos, Osasuna ha controlado completamente el juego, aunque la intensidad ha bajado por momentos y las ocasiones escaseaban. El tercer gol ha llegado en el minuto 79, tras una falta botada por Kike Barja. Herrando peinó el balón, despistando al portero, y Budimir lo ha tocado levemente para que se colara bajo los brazos del guardameta. Un gol de rebote que apenas ha sido celebrado por los jugadores.
Hasta el final, el conjunto rojillo ha intentado seguir construyendo, adelantando la línea defensiva hasta campo contrario y ganando en profundidad. Sin embargo, el apelotonamiento de jugadores en una franja estrecha de terreno ha dificultado la circulación del balón. El Mirandés ha buscado el tanto del honor a la contra, pero nunca ha llegado.