Congelados de Navarra, el Grupo Empresarial de Benito Jiménez, con sede en Fustiñana, ha reforzado su apuesta por el sector cárnico con la incorporación de dos compañías históricas: Embutidos La Hoguera, de San Pedro Manrique (Soria), y Embutidos Solà, situada en La Plana de Vic (Barcelona). Ambas se integran en una división cárnica en expansión, que ya contaba desde 2024 con Cárnicas Galar, de Tafalla.
La operación supone un paso clave en la estrategia de crecimiento del grupo navarro, propietario de Congelados de Navarra, que busca afianzar su presencia en el mercado nacional de productos cárnicos mediante la suma de marcas con fuerte identidad y trayectoria.
Embutidos La Hoguera, especializada en jamones, lomos, chorizos y torreznos, cuenta con 124 trabajadores y una facturación cercana a los 50 millones de euros. Por su parte, Embutidos Solà destaca por más de dos siglos de tradición en embutidos curados como espetec, fuet, salchichón y salami, con una facturación anual de 20 millones y una plantilla de unas 80 personas.
Según ha explicado Benito Jiménez, presidente del grupo, el objetivo de esta integración es “consolidar un grupo cárnico competitivo, reforzando las capacidades productivas de las empresas para buscar sinergias, ampliar gama y hacer frente así a los nuevos retos de mercado”.
Ambas compañías mantendrán sus plantillas actuales y seguirán operando bajo los principios de calidad, sostenibilidad e innovación tecnológica que caracterizan al grupo navarro. La filosofía compartida entre las tres firmas facilitará, según la empresa, una transición fluida y un crecimiento conjunto.
Durante el proceso de integración, el Grupo Empresarial ha contado con el asesoramiento de Deloitte y Agnia. Por su parte, Norgestión ha asesorado a la propiedad de Embutidos La Hoguera, mientras que ABL & New York Associates ha hecho lo propio con Embutidos Solà.
