Asirón se gasta 156.000 euros de los pamploneses en trasladar las estatuas de Sarasate pese a que podría ser ilegal
El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, ha adjudicado por 156.000 euros el traslado de las estatuas de los reyes de Navarra desde el paseo de Sarasate hasta el parque de la Taconera, una operación que podría ser ilegal, según advierte un juez en un auto judicial.
La Junta de Gobierno Local aprobó este jueves el contrato con la empresa Sabbia Conservación y Restauración SL, que ejecutará los trabajos en un plazo de cuatro meses. Sin embargo, la decisión se encuentra bajo la lupa judicial. El magistrado que instruye el caso ha señalado que el acuerdo municipal “puede ser ilegal” y que, si el recurso prospera, el Ayuntamiento deberá devolver las esculturas a su emplazamiento original.
La advertencia judicial responde al recurso presentado hace semanas por Cristina Ibarrola, portavoz de UPN, que solicitó la suspensión cautelar de las obras autorizadas por el Gobierno municipal el pasado 4 de julio. Aunque el juez no ha paralizado de momento el traslado, deja la puerta abierta a que se declare nulo, lo que obligaría a una costosa reversión del proceso ya iniciado.
El proyecto contempla el desmontaje, traslado y restauración de las seis esculturas de los reyes Íñigo Arista, Alfonso I el Batallador, Sancho VI el Sabio, Sancho VII el Fuerte, Teobaldo I y Juana II de Evreux. Con un peso de entre 6.000 y 7.000 kilos cada una, serán transportadas con sus bases hasta la zona del mirador este de la Taconera, donde se realizarán trabajos de excavación y cimentación antes de su restauración.
Estas figuras, creadas por el escultor barroco Doménico Olivieri y adquiridas en Madrid en 1885, formaban parte del patrimonio del paseo de Sarasate desde hace más de un siglo. La Institución Príncipe de Viana dio el visto bueno al traslado en julio, pero recomendó modificar el Plan Municipal para asegurar su protección en la nueva ubicación.
El Ayuntamiento defiende que se minimizarán las molestias a vecinos y peatones, así como los daños a los jardines de la Taconera. No obstante, la advertencia judicial supone un nuevo frente abierto: si la sentencia final confirma la ilegalidad, las estatuas deberán regresar a Sarasate, lo que duplicaría el gasto público y convertiría este proyecto en un costoso error político y económico para Pamplona.