Política

Chivite participa en la manifestación palestina con encapuchados, ataque a comercios y quema de banderas

Varios encapuchados queman una bandera israelí durante una marcha que ha recorrido las calles del centro de Pamplona en solidaridad con el pueblo palestino. EFE/ Jesús Diges
María Chivite ha respaldado en Pamplona este acto abertzale encabezado por una gran ikurriña en el que se ha alentado a una próxima “huelga general en Euskal Herria” el próximo 15 de octubre.

Una marcha multitudinaria ha recorrido este sábado el centro de Pamplona para denunciar el supuesto “genocidio” de Israel en Gaza, en una jornada que ha terminado con graves incidentes protagonizados por encapuchados. Los disturbios se han producido tras la quema de una bandera de Israel en el escenario instalado al final del recorrido y el ataque a varios comercios del centro, entre ellos el Zara de la avenida de San Ignacio, donde se han pegado pegatinas y lanzado objetos contra los escaparates.

La manifestación, convocada por Palestinarekin Elkartasuna, ha reunido a miles de personas —50.000 según los organizadores y 10.000 según la Delegación del Gobierno— que han llegado desde distintos puntos del País Vasco y Navarra. La marcha ha partido pasadas las 12:20 horas desde Antoniutti y ha concluido hora y media después en el Paseo de Sarasate, donde se han vivido los momentos de mayor tensión.

La cabecera de la marcha la abrían dos grandes banderas de Palestina y una ikurriña, junto a una pancarta con el lema “Palestinar erresistentzia aurrera. Israel desegin” (“Viva la resistencia palestina. Disolución de Israel”). A lo largo del recorrido, se han coreado consignas como “Gaza, aguanta, el mundo se levanta”, “Boikot Israel, Palestina askatu” o “Dos estados no, Israel disolución”.

Entre los asistentes se ha encontrado la presidenta de Navarra, María Chivite, que ha participado en la manifestación junto a su familia, en una cita que ha degenerado posteriormente en acciones violentas contra símbolos y establecimientos comerciales.

La marcha en favor de Palestina la abrían dos grandes banderas, entre ellas una gran ikurriña. EFE/ Jesús Diges

Durante el recorrido, la Policía Nacional ha reforzado la vigilancia en torno a la Delegación del Gobierno, acordonada ante la llegada de la marcha. En ese punto, varios manifestantes han arrojado pintura roja a la fuente de la plaza Merindades mientras otros desplegaban una pancarta con el mensaje “Contra Israel y sus cómplices”. También se ha escuchado el estallido de petardos y cohetes durante el trayecto.

La tensión ha aumentado al pasar por Carlos III, donde los participantes han pegado adhesivos con la bandera israelí tachada y el texto “Israel desegin” en los escaparates de varias tiendas. Más adelante, en Roncesvalles, algunos asistentes han lanzado pintura verde contra la fachada de otro comercio. Las mismas escenas se han repetido en la avenida San Ignacio, donde se han producido los ataques más graves.

La movilización ha culminado en el Paseo Sarasate, donde se ha instalado un escenario y se ha congregado una multitud que ha gritado “Palestina askatu” (“Libertad para Palestina”). Como cierre del acto, los convocantes han leído un comunicado en el que han pedido la “disolución de Israel”, la ruptura de relaciones comerciales, académicas y diplomáticas con ese país y han llamado a una “huelga general en Euskal Herria” el próximo 15 de octubre.

Los portavoces de la organización han acusado a los gobiernos occidentales de mantener “una complicidad activa con el genocidio” y han rechazado la “solución de los dos Estados”, que califican de “fraude”. “El fin del genocidio no vendrá con gestos frívolos, sino a través de la lucha anticolonial”, han afirmado.

Los colectivos participantes han insistido en que “la solución solo puede venir de la descolonización del territorio palestino” y han defendido la necesidad de intensificar las campañas de boicot, desinversión y sanciones contra Israel, así como reforzar la “lucha contra sus cómplices”. “Es hora de bloquearlo todo”, han sentenciado desde el escenario, en una jornada marcada por los disturbios.