Inauguran 9 años después una placa con los nombres de 60 víctimas de ETA en el Parlamento
El atrio del Parlamento de Navarra cuenta ya con una placa con los nombres de 60 personas asesinadas por ETA, en Navarra o de origen navarro, en un acto institucional que llega con nueve años de retraso respecto al acuerdo parlamentario aprobado en 2015.
Una demora que ha sido reconocida públicamente por el presidente del Legislativo, Unai Hualde, quien ha pedido "perdón" por la tardanza.
La ceremonia, de carácter solemne, ha contado con la asistencia de autoridades navarras, representantes de todos los grupos parlamentarios, incluido EH Bildu, y familiares de algunas víctimas.
Han sido la presidenta María Chivite, Hualde y el presidente de la asociación ANVITE, José Ignacio Toca, quienes han destapado la placa, acompañados de un respetuoso silencio roto por un aplauso y el depósito de flores blancas.
Sin embargo, la jornada no ha estado exenta de incomodidad y crítica. El propio Toca ha definido el día como "especial pero complicado", al lamentar que el homenaje no se haga en la forma que les gustaría a las víctimas.
Ha recordado que muchas familias han decidido no asistir al no sentirse representadas por unas instituciones que, según ha afirmado, no siempre han estado a la altura.
“Son pocas las víctimas del terrorismo de ETA que se sienten cómodas y satisfechas con el trato recibido por las instituciones”, ha subrayado, apelando a que el mensaje grabado en la placa debería estar presente cada día en la acción de los gobernantes, y no solo en actos puntuales.
En una intervención clara, el presidente de ANVITE ha exigido “un lenguaje firme de deslegitimación de la violencia” y ha advertido sobre el peligro del blanqueo y la impunidad como "la mayor afrenta a su memoria". Ha instado a continuar con la investigación de los crímenes aún sin esclarecer, ya que casi la mitad de los 60 asesinatos siguen sin autor conocido.
La presidenta del Gobierno foral, María Chivite, ha abogado por avanzar en un "sistema integral de reparación", económico y asistencial, para las víctimas.
No obstante, ha hecho una llamada general al entendimiento y a la necesidad de que quienes ejercieron la violencia o le dieron cobertura política hagan una reflexión ética integral. Un mensaje correcto en la forma, pero que para parte de las víctimas llega tarde y sigue sin traducirse en una actitud política más firme y constante.
Chivite ha evitado en su intervención cualquier autocrítica directa, a pesar de presidir un Ejecutivo que ha pactado en varias ocasiones con EH Bildu, algo que algunas asociaciones de víctimas han calificado como un mensaje contradictorio y doloroso para quienes sufrieron directamente la violencia.
Unai Hualde ha completado el acto recordando que "el Parlamento será siempre la casa de quienes han sufrido injustamente la violencia", aunque ha reconocido que las instituciones tampoco han estado a la altura durante muchos años, señalando el “olvido” y la “aquiescencia” social ante una violencia “endémica” que destrozó la convivencia en Navarra.
La placa instalada en el Parlamento recoge los nombres de 60 víctimas, junto a las fechas de sus asesinatos, y simboliza un gesto que, aunque necesario, sigue sin cerrar las heridas de una parte de la sociedad navarra que continúa esperando una reparación más firme, coherente y permanente.