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La emotiva despedida de Joaquín Sabina de Pamplona: "Tengo buena memoria y un trozo de corazón muy sanferminero"

Concierto de Joaquín Sabina en el pabellón Navarra Arena de Pamplona dentro de su gira de despedida 'Hola y adiós'. IÑIGO ALZUGARAY
El cantante, con una emotiva despedida en redes sociales, se lleva el cariño de Pamplona tras su última actuación en la ciudad.

Joaquín Sabina, uno de los artistas más emblemáticos de la música española, se despidió de los escenarios en Pamplona la semana pasada con dos conciertos en el Navarra Arena que agotaron las entradas meses antes de su actuación. Un lleno total que reflejó el cariño y respeto que el público pamplonés siempre ha tenido por el cantante, quien, al igual que muchos de sus seguidores, mantiene un vínculo muy especial con la ciudad.

La despedida del cantante se cargó de emoción, no solo por el cierre de una era musical, sino por el especial significado que tiene Pamplona para Sabina. En su Instagram, el artista compartió un mensaje de agradecimiento: "¿Cómo íbamos a dejar de venir a Pamplona? Por varios motivos: primero, porque tengo buena memoria y recuerdo, al principio cuando empezaba esta aventura de subirme a los escenarios, cómo de bien fui siempre recibido aquí. Y, también, porque tengo un trozo grande del corazón muy sanferminero. Desde el Chupinazo al 'Pobre de mí', esté donde esté, me despierto temprano para ver los encierros. Quería demostraros el lujo que para mí estar de nuevo aquí. Gracias, Pamplona".

El público, que llenó el Navarra Arena para despedir a Sabina, respondió con una ovación interminable, agradeciendo al cantante por su música, su historia y por haber formado parte de sus vidas durante varias décadas. Durante el concierto, Sabina repasó algunos de los temas más representativos de su carrera, como "Y sin embargo", "19 días y 500 noches", "Calle Melancolía" y "Contigo", entre otros, mientras recibía el cariño y la admiración de miles de personas.

Con este espectáculo, el cantante cierra un ciclo de más de 40 años sobre los escenarios, dejando un legado musical imborrable en generaciones de españoles y aficionados a su música alrededor del mundo. Sabina ha sido testigo de los cambios y ha acompañado a su público con letras llenas de poesía, crítica social y amor, convirtiéndose en una voz imprescindible de la música en español.

La última parada de Sabina en Pamplona se sintió como un reconocimiento mutuo entre el artista y su público, que en cada acorde y cada palabra le mostró la gratitud por su incansable trabajo. Sabina, por su parte, se llevó consigo un pedazo de la ciudad, un recuerdo imborrable y un emotivo "eskerrik asko", que resonará en los corazones de los pamplonenses por siempre.