Tres amigos en San Fermín en el primer encierro de su vida: "En Cataluña no tenemos esto, y es alucinante"
Neus, Iago y Marta son tres amigos de Barcelona, concretamente de Sant Cugat del Vallés. Habían oído hablar de San Fermín, incluso habían visto vídeos en internet de algún encierro, pero jamás habían presenciado ninguno en vivo y en directo.
Y tenían claro que querían conocer un encierro de cerca. Hace unas semanas lo planificaron sobre la marcha: ¿Y si vamos a Pamplona? Y dicho y hecho. Salieron pasadas las 6 de la mañana del día del Chupinazo desde Barcelona. Llegaron sobre las 11 a Pamplona pero no contaban con que les iba a costar tanto aparcar.
Llegaron al centro cuando ya había estallado el Chupinazo, y se quedaron alucinados. "Nunca había visto nada igual en mi vida. Por muchas veces que veas imágenes y videos en la tele, ha sido muy impactante ver a todo el mundo vestido de blanco y rojo. Esto es lo más parecido a la fiesta total", asegura Marta.
Disfrutaron de lo lindo de Pamplona. Comieron, bebieron y bailaron como sólo se hace en estos días, pero les faltaba el encierro. Tienen 21 años y cuando Cataluña prohibió la tauromaquia, en el año 2010, tenían 7, de modo que forman parte de una generación de jóvenes catalanes que no ha vivido de cerca una corrida de toros o que no ha disfrutado de un encierro, lo que los catalanes llaman correbous.
Así que sacaron entradas de tendido por Internet para disfrutar del encierro en la plaza, a la que tenían previsto acudir tras pasar toda la noche de juerga. "Nos han dicho por ahí que para entrar a la plaza había que ir temprano, pero también que para ver bien un encierro es mejor un balcón", explicaba Neus.
Pues a falta de balcón, se subieron al vallado a eso de las 5:30 de la madrugada. "Hemos visto que ya había gente subida y hemos decidido quedarnos a verlo aquí".
"Lo peor ha sido esperar tanto rato aquí sentadas, pero ha merecido la pena, ha sido alucinante", enfatiza la barcelonesa.
Y es que no se podían hacer una idea previa antes de vivir el momento. "Por mucho que lo ves en la tele, no te haces a la idea de lo que es en realidad, porque al natural los toros son mucho más grandes que lo que yo creía", decía Neus.
Marta, en cambio, habla de lo "espectacular que es todo" lo que rodea al encierro. "Hemos esperado mucho rato, pero se me ha pasado rápido, entre la música, la gente que va y que viene, cuando nos hemos dado cuenta eran ya las 8:00".
"Ha sido un visto y no visto, porque han pasado muy rápido", trataban de explicar a la conclusión del encierro. "A mi me ha llamado la atención que se podían oír los pisotones de los toros en el suelo", señalaba.
En definitiva, un espectáculo que lamentan no poder disfrutar a más a menudo. "En Cataluña no tenemos de esto, y es un pena".
Y se quedaron con ganas de más, porque al acabar el encierro salieron corriendo para entrar a la plaza para ver las vaquillas.
Después regresaron a Barcelona, eso sí, con mucho cuidado en la carretera después de casi 30 horas sin dormir, pero con la ilusión de haber disfrutado de las singulares fiestas de Pamplona y de haber visto un encierro por primera vez en sus vidas.