El Colectivo de Víctimas del Terrorismo celebra la sentencia de Alsasua, pero advierte del "odio" presente en Navarra

La Audiencia Nacional ha condenado a entre 2 y 13 años de prisión a los ocho jóvenes acusados por los hechos sucedidos en octubre de 2016, pero no ve en su actuación el carácter terrorista que les imputaba la Fiscalía a pesar de la "notabilísima gravedad de los hechos". El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que interpuso una denuncia por estos hechos ante la Audiencia Nacional y estaba personado como acusación popular, ha señalado hoy en un comunicado que el fallo constata "la gravedad de una brutal agresión y las motivaciones políticas que movieron a los agresores, que apalearon a las víctimas por su condición de guardias civiles y de parejas de guardias civiles". Por tanto, "la teoría de la 'pelea de bar' ha quedado totalmente desacreditada", afirma. Las penas impuestas a los acusados por los delitos de lesiones, amenazas, atentado contra la autoridad y desórdenes públicos "son las máximas establecidas por la ley", lo que "refleja la gravedad de los hechos juzgados", agrega. El colectivo de víctimas ha explicado que en su denuncia, además del delito de terrorismo, estaban incluidos "todos por los que los procesados han sido condenados" y ha remarcado que el tribunal ha considerado "dos de las tres agravantes solicitadas: la discriminación o el odio y el abuso de superioridad". A su juicio, la sentencia deja en evidencia que "en Alsasua, y en otras muchas localidades de Navarra y del País Vasco, se impone un clima dominado por los radicales y un ecosistema de odio". "Quienes se oponen y se desmarcan de los radicales siguen teniendo su libertad secuestrada", agrega Covite, que destaca que la sentencia "alaba el comportamiento de las víctimas", que actuaron con "profesionalidad" frente a la "violencia y a la agresividad de los agresores". Mientras los acusados "articulaban una campaña de manipulación y de desprestigio" hacia las instituciones democráticas "con la inestimable colaboración de las autoridades públicas navarras" -agrega Covite-, las víctimas "se han mantenido en silencio y, en algunos casos, sufriendo una brutal campaña de acoso". El colectivo que lidera Consuelo Ordóñez señala que en el juicio los agredidos "contaron la verdad y la sentencia lo avala" y concluye que "su superioridad moral frente a los agresores ha quedado acreditada". La AUGC también elogia la sentencia En la misma línea, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha celebrado que la sentencia sobre el caso Alsasua, en la que estaba personada como acusación particular, haya acreditado "la paliza a las víctimas" movida por el odio a los agentes, pese a que ésta no contemple el delito de terrorismo, como pedía la Fiscalía. Según han expuesto en un comunicado la AUGC, el hecho de que sí apliquen los agravantes de abuso de superioridad y de odio por la gravedad de los hechos, viene a acreditar que existe "ese odio y animadversión" en muchas localidades Navarras y del País Vasco contra unos trabajadores por el mero hecho de ser guardias civiles. Así, la asociación de guardia civiles ha indicado que "confía" en la que esta "hostilidad" hacia los agentes se vaya reduciendo hasta conseguir una "convivencia deseable en toda sociedad democrática".

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