SOCIEDAD

Chivite ya es Bildu: desprecia a las víctimas de ETA y nadie del Gobierno acude al homenaje a Casanova en Berriozar

Homenaje en memoria del subteniente del Ejército Francisco Casanova (asesinado por ETA), organizado por Vecinos de Paz en Berriozar. PABLO LASAOSA
Vecinos de Paz ha vuelto a recordar al subteniente del Ejército en el 25 aniversario de su asesinato en la puerta de su casa.

El gobierno sociallista de María Chivite, ya no se diferencia en nada de Bildu. Más preocupado de silenciar y ocultar la corrupción que le acecha, ha dejado plantadas a las víctimas de la banda asesina y terrorista ETA y no ha acudido al homenaje organizado por Vecinos de Paz al que fuera subteniente del Ejército de Tierra, Francisco Casanova (ver fotos).

Hasta este año, siempre había acudido una representación institucional, pero en esta ocasión, ni María Chivite, ni ninguno de sus 13 consejeros ha acudido al acto, comportándose ya de la misma manera que la formación proetarra Bildu, que, por supuesto, este año tampoco ha acudido al homenaje. Hasta ahora el PSN se diferenciaba de Bildu en el respeto a las víctimas de ETA, ahora, parce que ni en eso.

Como cada 9 de agosto, Berriozar ha vuelto a rendir homenaje este sábado a Francisco Casanova, el militar asesinado por ETA hace 25 años. El paso del tiempo no ha borrado el dolor por aquel atentado que dejó una profunda huella en la sociedad navarra. Hasta esta fecha siempre había habido representación institucional en el homenaje, pero en esta ocasión, ni la presidenta, ni ninguno de sus innumerables consejeros han acudido al acto el gobierno de Navarra

El acto, organizado por la asociación Vecinos de Paz, ha comenzado a las 19:00 horas con una misa en la parroquia de San Esteban. Después, a las 20:00 horas, se ha celebrado una ofrenda floral en la Puerta de la Libertad, el monumento a las víctimas del terrorismo situado junto a la plaza Eguzki.

Allí, familiares, amigos, conocidos y políticos, han arropado a su mujer, Rosalía Sainz-Aja, y su hija Laura, presentes en el acto. Ha sido precisamente Sainz-Aja quien ha tomado la palabra y ha lamentado que hoy "se intente blanquear la historia y se intente pasar página diciendo que hubo un conflicto político", cuando la realidad es que "aquí ha habido unas víctimas, que somos nosotros Y nuestros familiares fallecidos y heridos, y unos verdugos que son los que mataban".

Sainz-Aja ha incidido en que "las nuevas generaciones deben saber esto", y por ello ha pedido "justicia" y que los más de 300 asesinatos aún sin resolver se esclarezcan; "memoria" y que las nuevas generaciones conozcan qué ocurrió; "verdad" para que se expliquen los hechos "tal y como sucedieron"; y "dignidad", "ir con la cabeza bien alta porque somos inocentes y merecemos respeto por nuestro sufrimiento".

Además, 25 años después, la viuda ha tenido palabras de agradecimiento a quienes en este tiempo le han apoyado, como la asociación "Vecinos de paz".

"Gracias a todas aquellas personas que, desde el valor y la empatía, dan la cara por las víctimas, que nos apoyan y nos acompañan en este camino tan difícil. Gracias a quienes no olvidan, a quienes alzan la voz en defensa de la verdad, a quienes trabajan con compromiso para que nunca se pierda la memoria de lo ocurrido", ha zanjado.

Tras su intervención, su hija, Laura Casanova, ha interpretado junto a un grupo de joteros una pieza con letra alusiva al acto, en el que una de las frases cantadas decía: "Las víctimas pedimos justicia y dignidad".

Poco después, algunos asistentes han ido depositando ramos de flores ante el monolito por las víctimas, en primer lugar la viuda y la hija de Casanova, pero también representantes de víctimas del terrorismo, del Ejército, y de partidos políticos, ya que estaban presentes miembros de UPN, PP y Vox. También ha acudido a la misa previa el expresidente del Gobierno foral, Miguel Sanz.

El Himno de España ha dado por cerrado el acto más oficial, al que ha seguido un festival de jotas en memoria de Casanova.

Francisco Casanova Vicente, de 46 años y natural de Navarra, era subteniente del Ejército de Tierra. El 9 de agosto del año 2000, miembros de ETA le asesinaron cuando regresaba a su casa en Berriozar. El atentado ocurrió en la calle Alkartasuna, cuando se disponía a guardar el coche en el garaje. Un etarra le disparó cuatro veces: tres tiros en la cabeza y uno en la mano.

En el interior de la vivienda estaban su esposa, Rosalía Sáinz-Aja, y sus hijos Javier, de 11 años, y Laura, de 6. El mayor, al escuchar los disparos, bajó al garaje y encontró el cuerpo de su padre sin vida.

Desde aquel día, su familia y numerosos vecinos han trabajado para mantener viva su memoria y para defender los valores de paz y libertad. El homenaje anual recuerda no solo a Casanova, sino que reafirma el compromiso con la erradicación del terrorismo y el apoyo a las víctimas.

Este año, el recuerdo ha tenido un significado especial, al cumplirse el vigésimo quinto aniversario de su asesinato a manos de la barbarie etarra.