La huelga de villavesas sigue importunando a Pamplona ante la pasividad de la Mancomunidad
La tercera semana de paros parciales en hora punta por parte de los trabajadores de TCC Moventis, la empresa adjudicataria del servicio de villavesas en Pamplona y su Comarca, ha dejado hoy, nuevamente, serias molestias a los usuarios. Bajo la lluvia, los viajeros han sufrido retrasos significativos en sus trayectos hacia el trabajo, colegios e institutos, sin poder hacer nada ante una huelga de la que son ajenos, pero cuyos efectos han afectado directamente a sus rutinas diarias.
Los autobuses de servicios mínimos, establecidos por el Gobierno de Navarra en un 60%, han salido de las cocheras con cerca de media hora de retraso, lo que ha aumentado aún más la incomodidad para los viajeros. Al llegar a las paradas, los usuarios se encontraron con marquesinas llenas de gente esperando a que llegara el autobús. Dentro de los vehículos, la situación era aún peor: los pasajeros han viajado como “sardinas en lata”.
Esta jornada de huelga se suma a las anteriores, cuyas aglomeraciones y retrasos ya habían generado malestar entre los viajeros. A pesar de los constantes inconvenientes, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, responsable del servicio, sigue sin tomar medidas efectivas para resolver el conflicto entre los trabajadores y la empresa TCC, limitándose a una actitud pasiva ante la situación.
En lugar de mediar y buscar una solución, se ha mostrado como un actor distante, mientras los ciudadanos siguen padeciendo las consecuencias.
Hoy, como en días anteriores, los viajeros de las villavesas han tenido que enfrentar una mañana caótica, marcada por la espera, el malestar y la falta de un servicio eficiente. Sin respuesta clara por parte de la Mancomunidad, la huelga parece continuar su curso, sin visos de solución a corto plazo.