Sociedad

Del abuelo al nieto: la tradicional peregrinación a Javier se transmite entre generaciones

Primera Javierada de 2023. IÑIGO ALZUGARAY
Miles de peregrinos han caminado hasta el Castillo de Javier desde diferentes lugares de Navarra. 

Este sábado han vuelto las Javieradas a Navarra y miles de peregrinos han caminado hasta Javier desde diferentes puntos de la Comunidad foral. Aunque el inicio de la peregrinación ha sido frío, con temperaturas de dos grados, el sol ha ido templando el día haciendo el camino más agradable. 

Algunos de los peregrinos de Pamplona han decidido empezar desde Noáin, otros desde Monreal o incluso desde el bosquecillo antes del alto de Loiti.

Las Javieradas son días de tradiciones para los peregrinos y como voluntarios que se acercan a ayudar. Por ejemplo, en el bosquecillo se encontraba el mítico puesto de caldo del grupo 'Huarte por Javier' en el que varios vecinos de Huarte reparten casi 400 litros a los cientos de peregrinos que se acercan.

Este año se han sorprendido porque hacia las 8:30 de la mañana ya había muchas personas pasando por la zona. Además de caldo, alguno estaba repartiendo también los famosos garroticos de Beatriz

Entre los grupos de personas que han decidido realizar esta primera Javierada había gente de todas las edades. Desde grupos de ‘Scouts’ con niños hasta personas de avanzada edad que despacio avanzaban por la carretera.

No obstante, es tradición para muchas familias transmitir de generación en generación la pasión por realizar la Javierada. Es el caso de los pamploneses José Luis, Josetxo y Javier Mateo, abuelo, padre e hijo que se encontraban realizando la peregrinación hacia Javier.

Primera Javierada de 2023. IÑIGO ALZUGARAY

José Luis Mateo, el abuelo, lleva haciendo la Javierada más de 50 años y pasó la tradición a su hijo Josetxo, que ya la ha realizado durante más de 30 años. Así, ahora caminan junto a Javier Mateo, que con 12 años la realiza desde Monreal. “Todavía es pronto para saber qué tal, pero hace buen tiempo y es una maravilla”, explica Josetxo.

En esta Javierada les ha acompañado Santi Pinilla, un amigo de la familia que también iba disfrutando del camino. “Después nos juntaremos en Yamaguchi con unos amigos para cargar pilas”, detalla.

Como ellos, muchos son los que siguen la tradición familiar de ir a Javier peregrinando. Durante todo el camino se podían ver distintas generaciones de familias. Algunos incluso se atrevían a llevar a sus hijos en silletas. Otros, empezando desde localidades más cercanas como Yesa, han hecho los 5 kilómetros niños de todas las edades