SOCIEDAD

Un médico de la Clínica Universidad de Navarra explica qué hacer para evitar una molesta enfermedad

El lavado con agua tibia o el uso de toallitas específicas para el párpado son la mejor forma de reducir el riesgo de orzuelos y de evitar su recurrencia. CLÍNICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA

El oftalmólogo Manuel Sáenz de Viteri insiste en la importancia de mantener hábitos higiénicos adecuados para evitar complicaciones oculares.

La higiene de los párpados y pestañas es fundamental para prevenir la aparición de orzuelos y reducir el riesgo de complicaciones oculares. Así lo ha advertido el Dr. Manuel Sáenz de Viteri, especialista en Oftalmología de la Clínica Universidad de Navarra, quien recuerda que se trata de una dolencia muy común pero que requiere cuidados específicos para evitar molestias y recurrencias.

El experto explica que el orzuelo surge por la inflamación de una glándula del párpado cuando su conducto se obstruye, lo que provoca acumulación de secreciones y, en muchos casos, una sobreinfección bacteriana. Aunque presenta este componente infeccioso, aclara que no se considera una enfermedad contagiosa.

Según Sáenz de Viteri, la prevención pasa por mantener una correcta limpieza ocular: no tocarse los ojos con las manos sucias, no compartir objetos de higiene personal como toallas o maquillaje y extremar la higiene de pestañas y párpados. Estas medidas ayudan a que la inflamación no aumente y reducen la posibilidad de que aparezcan nuevos episodios.

En la mayoría de los casos, el orzuelo desaparece de manera espontánea en unos días o semanas. No obstante, el tratamiento puede incluir antibióticos y antiinflamatorios prescritos por un oftalmólogo, junto con cuidados locales como aplicar calor seco durante cinco minutos por la mañana y la noche y acompañarlo de un suave automasaje en el párpado. Estos métodos favorecen el vaciado de la glándula y alivian las molestias.

Aunque se considera un problema leve, el orzuelo puede llegar a afectar temporalmente a la visión. Si alcanza un tamaño considerable, puede presionar la córnea y provocar un astigmatismo transitorio, que desaparece una vez resuelta la inflamación.

El especialista subraya que la clave está en la prevención. Hábitos como el lavado con agua tibia o el uso de toallitas específicas para párpados reducen el riesgo de orzuelos y evitan su reaparición frecuente. Además, recomienda acudir al oftalmólogo si el cuadro persiste más de lo esperado, provoca dolor intenso o aparece de forma recurrente.