Los polvorones de Pamplona que saben a Navidad: la receta casera de Angelita Alfaro para estas fiestas
La Navidad llega a las cocinas con uno de sus clásicos: los polvorones. En ese recetario de fiestas, la cocinera Angelita Alfaro propone los Polvorones de Pamplona, una versión casera que conecta con el dulce de toda la vida y con el sabor que suele aparecer en bandejas y sobremesas.
Angelita Alfaro, nacida en La Rioja y asentada en Pamplona desde su juventud, ha construido una larga trayectoria divulgando cocina tradicional riojana y navarra. Sus recetas se caracterizan por la sencillez, y su primer libro, La cocina de Angelita (1991), se apoya precisamente en esa idea de cocina accesible.
Su carrera suma premios y reconocimientos, con el apoyo de cocineros como Juan Mari Arzak o Martín Berasategui. Entre sus galardones figuran dos Gourmand Cookbook Award (2004 y 2005) y el Premio Navarra de Gastronomía (2009), además de colaboraciones en medios, como programas emitidos en Canal Cocina (Digital +).
En su explicación, Alfaro recuerda una escena que muchas familias reconocen: en casa, durante la matanza, se aprovechaba el cerdo para extraer la manteca. Se derretía en una tartera, se guardaba en una tinaja de barro y la parte sólida se reservaba para hacer chicharrones. Con esa memoria doméstica, la receta encaja como un guante en el calendario de Navidad.
La propuesta parte de una manteca de cerdo “traída directamente de los montes de Navarra” y se completa con ingredientes típicos del dulce festivo: harina, almendra, canela y el toque final de azúcar glasé. El proceso es breve, pensado para preparar una tanda en poco tiempo y sumarla a las recetas navideñas.
Primero se precalienta el horno a 200ºC. Después se pasa la harina por un cedazo o colador, se coloca sobre la mesa de trabajo y se trabaja ligeramente antes de incorporar el resto.
Sobre la harina se añade la manteca ablandada, el azúcar, los huevos, la canela y la almendra. Se mezcla bien y se amasa hasta lograr una masa uniforme.
Con el rodillo se estira la masa hasta dejarla con un grosor de un centímetro y medio. Con un cuchillo largo se cortan cuadritos de 3 por 3 centímetros, la forma sencilla que define estos polvorones.
Las piezas se colocan en una bandeja con papel sulfurizado y se hornean durante 8 minutos a 200ºC. Al sacarlas, se dejan enfriar para que no se rompan al manipularlas.
El final es el más navideño: ya fríos, se espolvorean con azúcar glasé y se sirven. Un dulce de Navidad con acento de Pamplona, pensado para acompañar el café, los turrones y las sobremesas largas de estas fechas.