Sociedad

El secreto de los apellidos que nacieron en la Edad Media y que demuestran que eres 100% español

Imagen de archivo de una biblia. Pixabay
De Roma a la Edad Media, los apellidos españoles han evolucionado hasta conservar una doble herencia familiar única en el mundo.

En España, los apellidos guardan una historia que pocos conocen y que se remonta siglos atrás. A diferencia de muchos países, el sistema español honra tanto la figura paterna como la materna, manteniendo así una doble herencia familiar.

Aunque la globalización y los movimientos migratorios han diluido parte de esta tradición, en la península todavía existen apellidos 100% españoles, con raíces profundas en la historia.

Para encontrar el origen de los apellidos en España hay que retroceder hasta el Imperio Romano, donde las personas se identificaban con tres nombres: praenomen, nomen y cognomen.

Tras la caída de Roma, esta costumbre desapareció, pero en la Edad Media reapareció con una nueva función: señalar linajes y propiedades.

Desde el siglo IX se tiene constancia de los primeros apellidos en territorio español, inicialmente reservados para la nobleza y, con el tiempo, extendidos al resto de la población.

Entre los siglos XII y XIII, en pleno auge medieval, comenzaron a usarse apellidos vinculados a profesiones —como Herrero, Soldado o Criado—, al lugar de origen —Zaragoza, Zamora— o a rasgos físicos o de carácter —Hermoso, Rubio, Moreno, Cabezón, Bravo—. También eran comunes los que hacían referencia a accidentes geográficos, como Costa o Valle.

No fue hasta el siglo XVIII cuando se estableció la herencia obligatoria de los apellidos, una medida que quedó regulada oficialmente en el siglo XIX con la Ley del Registro Civil. Hoy, España sigue siendo uno de los pocos países que conserva los dos apellidos de forma legal, incluso permitiendo colocar primero el de la madre.

Uno de los rasgos más identificativos son los apellidos terminados en -ez, herencia de los apellidos patronímicos que significan “hijo de”. Así, Fernández es hijo de Fernando; González, hijo de Gonzalo; Hernández, hijo de Hernán; López, hijo de Lope; Pérez, hijo de Pedro; Ramírez, hijo de Ramiro; y Rodríguez, hijo de Rodrigo. Este sufijo es considerado una marca de identidad española.

Mención aparte merece García, el apellido más común del país. Su origen es debatido: podría venir del término en vascuence hartz (oso) o de gaztea (joven). Sea cual sea su procedencia, se consolidó en la Edad Medio y hoy encabeza la lista de apellidos más frecuentes.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2024, los apellidos más comunes en España son:

  1. García – 1.449.151 personas

  2. Rodríguez – 926.207 personas

  3. González – 921.956 personas

  4. Fernández

  5. López

  6. Martínez

  7. Sánchez

  8. Pérez

  9. Gómez