La sorprendente playa de Navarra que ha pasado de pantano a paraiso: lucirá una bandera azul
La playa del pantano de Alloz, en el municipio de Guesálaz, ha sido reconocida con la bandera azul, el distintivo ambiental más prestigioso a nivel internacional. Es la única playa navarra que ha logrado esta calificación en 2025, en una lista dominada por los grandes destinos costeros españoles, pero donde también se abre paso el interior de Navarra gracias a la calidad de sus aguas y sus servicios.
Este reconocimiento llega en el marco del informe anual de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), promotora del programa Bandera Azul, que sitúa a España como líder mundial en playas con este galardón, con un total de 642 arenales distinguidos.
A pesar de no tener salida al mar, Navarra mantiene su hueco en el listado gracias a enclaves como Alloz, un embalse que se ha convertido en un referente de ocio acuático, turismo familiar y naturaleza en la zona media de la comunidad. Este verano, su playa lucirá junto a otras 748 localizaciones españolas —entre playas, puertos y embarcaciones— la bandera que certifica la excelencia del agua, la seguridad, la accesibilidad y la gestión ambiental.
El pantano de Alloz no es una playa al uso, pero su entorno natural, su oferta recreativa y la gestión responsable de sus instalaciones han convertido este rincón de Guesálaz en una opción atractiva para los meses de calor. Gracias a la vigilancia, la limpieza, la calidad del agua y la promoción de prácticas sostenibles, el embalse navarro se ha ganado un puesto en una lista donde destacan destinos turísticos como Sanxenxo, Vigo u Orihuela, todos ellos con más de diez banderas azules en sus costas.
En total, España acapara el 15 % de las banderas azules de todo el planeta, según el último informe de Adeac. Solo en playas, este verano ondearán 642 banderas azules (cuatro más que en 2024), a las que se suman 101 puertos deportivos y 6 embarcaciones turísticas sostenibles. Sumando a Portugal, que ha logrado 444 insignias, la península ibérica concentra el 23 % del total mundial, una proporción sin comparación en ningún otro punto del globo.
En esta edición, Navarra mantiene una única bandera azul, una menos que el año pasado. En total, se han presentado 697 candidaturas de playas en España, de las cuales 91 % han sido aceptadas. Entre los motivos por los que algunas localizaciones no han logrado el galardón destacan no alcanzar la calidad excelente del agua o incumplir la Ley de Costas, especialmente por ocupaciones excesivas o instalaciones no autorizadas.
Según la Adeac, para obtener la bandera azul no es necesario contar con duchas en las playas, y de hecho desaconsejan su instalación por el derroche de agua dulce que suponen y por ser una fuente potencial de infecciones.
El caso de Alloz es un ejemplo de cómo las zonas de interior también pueden ofrecer turismo de calidad, responsable con el medio ambiente y adaptado a las necesidades de la ciudadanía. En un contexto donde la presión sobre las playas tradicionales va en aumento, iniciativas como la del embalse navarro diversifican la oferta turística y promueven una gestión sostenible del territorio.
La presencia de Alloz entre las mejores playas del mundo es también un motivo de orgullo para el turismo rural navarro, que sigue creciendo como alternativa natural, accesible y de calidad frente a las opciones más masificadas.