SOCIEDAD

La votación de los conductores de las villavesas lleva a una huelga que pone en jaque San Fermín

Huelga de villavesas en Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY
El servicio comienza con retrasos debido a la presencia de piquetes informativos en las cocheras de Ezcaba.

Finalmente habrá huelga de villavesas en San Fermín. Así lo han decidido los trabajadores durante la jornada de este 1 de julio, quienes han ido votando conforme se incorporaban al trabajo sobre la posibilidad de cancelar la huelga debido a los avances en la negociación entre el comité de empresa y TCC, la empresa adjudicataria del servicio. Pero el mandato de los trabajadores ha sido claro: 264 votos a favor de seguir con la huelga y 148 votos en contra.

La consecuencia es la huelga indefinida que ha comenzado hoy, miércoles 2 de julio, en Pamplona, sumiendo a la ciudad en una situación de incertidumbre que afectará gravemente la movilidad durante la semana de San Fermín, la semana más importante del año a nivel de movilidad.

Aunque la huelga estaba convocada para arrancar el 1 de julio, la decisión se aplazó a última hora a expensas de la mencionada votación de los trabajadores en los tres turnos de trabajo, en los que finalmente se decidió continuar con la protesta tras meses de negociaciones fallidas. La huelga tendrá un impacto directo sobre los más de 200.000 desplazamientos diarios que realiza la ciudadanía, y los muchos más que se realizan durante las fiestas de Pamplona.

A pesar de que la empresa Moventis TCC ha confirmado que se están respetando los servicios mínimos establecidos, la falta de puntualidad en el inicio del servicio debido a piquetes y los retrasos en las salidas de los autobuses ya están afectando a los usuarios. Durante las horas punta, solo se garantizan el 60 % de los servicios, mientras que en las horas valle se alcanzará un 40 % de la flota, lo que deja claro que la cobertura será claramente insuficiente.

Esta situación, que llega tras meses de negociaciones fallidas y con el conflicto sin resolución, tiene consecuencias directas sobre las fiestas de San Fermín, que están a la vuelta de la esquina. La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, presidida por David Campión y controlada por una coalición de afines a EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo Navarra, sigue sin ofrecer una respuesta efectiva ante la crisis, dejando en evidencia su incapacidad para gestionar un servicio tan esencial para la ciudad, especialmente en estas fechas.

El comité de empresa, que ha convocado la huelga, ha expresado su hartazgo ante la falta de avances en las negociaciones. La decisión de continuar con el paro, a pesar de los intentos de última hora por evitarlo, refleja el descontento acumulado por años de incumplimientos laborales, problemas salariales y condiciones de trabajo insuficientes.

La falta de intervención clara por parte de los responsables políticos de la Mancomunidad ha provocado que los conductores tomen la decisión de llevar a cabo esta huelga, que no solo pone en riesgo la movilidad de los pamploneses, sino que también amenaza con paralizar la ciudad durante la fiesta más importante del año.

Mientras tanto, los ciudadanos de Pamplona se enfrentan a un escenario de incertidumbre, sin saber si podrán contar con un transporte público adecuado para moverse por la ciudad en las próximas semanas. La huelga, que se prolongará hasta que se logre un acuerdo, sigue sobre la mesa, y las decisiones de última hora pueden ser cruciales para determinar si San Fermín quedará sumido en el caos de la movilidad.