Educadoras maleducadas acosan a los vecinos de Pamplona

Desde hace unos cuantos días los ciudadanos de Navarra habrán escuchado que las trabajadoras de las escuelas públicas infantiles están en huelga. No tengo ni idea de lo que reclaman y por qué motivos han decidido hacer los paros, pero seguro que tienen sus motivos y es muy razonable que defiendan sus derechos y lo que consideren. 

Soy vecina del paseo Sarasate y trabajo en casa la mayor parte del tiempo para compaginar los cuidados de mi madre, una persona mayor, enferma y con limitaciones. 

En mi bloque de viviendas residen personas de todo tipo, hay oficinas y negocios. Todos, durante estos días, han vivido el acoso de este grupo de personas, que durante horas, sin descanso, han hecho sonar en la calle todo tipo de megáfonos con un sonido estridente, silbatos y gritos de manera abusiva y fuera de cualquier lógica. 

Estamos acostumbrados a que delante del Parlamento haya concentraciones casi a diario, pero nunca habíamos vivido el absoluto descontrol y el abuso de estos días. 

Este colectivo ha perdido toda la razón, y espero que no consigan ni uno solo de sus objetivos, por la sinrazón a la que nos han sometido especialmente este jueves concentradas desde el punto de la mañana hasta bien entrada la tarde, reventando nuestro trabajo, fastidiando nuestro descanso y pisoteando nuestros derechos ciudadanos para imponer los suyos. 

El derecho de reunión, de protesta, de huelga y de cualquier otra reivindicación es sagrado, pero es imposible que esta plataforma solo tenga un único lugar durante un día completo de manera indecente y despreocupadas por los demás. Tampoco se entiende que las autoridades autoricen concentraciones ruidosas de HORAS en el mismo punto permitiendo que el sonido de una sirena policial suene de forma constante. Ha sido una auténtica vergüenza. 

Hablo en nombre de ciudadanos normales, honrados, trabajadores, que nos hemos sentido acosados por este grupo durante varios días y que han terminado por colmar nuestra paciencia este jueves, con 7 horas de asedio indecente en nuestras viviendas. 

Desde luego, no dejaría a mis hijos en manos de estas personas que para reclamar sus derechos masacran a los demás ciudadanos sin ninguna preocupación. 

Educadoras muy maleducadas que no piensan en los demás. Egoístas. 
 

Carta enviada por Raquel Rodríguez Pérez con 7 firmas más de vecinos de paseo Sarasate.