Todo es machismo hasta que lo practican los aberchándales

Fachada del Ayuntamiento de Estella. ARCHIVO
Le pasó a Barcina. Los aberchándales y los izquierdosos no veían problema alguno cuando le llamaban puta y le mandaban a la cocina. Le ha vuelto a pasar a esta alcaldesa de UPN de Estella cuando desean que sea frotada y asesinada.

Es todo tan cansado. Estoy bajo la sombrilla, recostado en una hamaca de abuelo plácido, los pies arenosos sobre la nevera repleta de cervezas muy frías, frente al mar en la francesa playa de Guéthary y me saca de mi modorra perfecta el móvil, que tengo en el bolsillo de la camisa hortera hawaiana que me pongo para estos trances estivales. El muy cabrón se ha puesto a vibrarme la teta como si fuera urgente.

Qué pereza, colega, aberchándales e izquierdistas haciendo cosas de aberchándales e izquierdistas. Lo de toda la vida. ¿Y para esto me espabilan de la siesta en la que me encuentro, como un turista perfecto, de manual, canónico, de esos que solo tienen como objetivo vital llenar las playas y los apartamentos, felices, en verano? Viva el turismo de masas, abajo los jodidos jipis turistófobos.

Me levanto las gafas de sol porque los viejos que empezamos a ver mal de cerca, con ellas puestas, aún vemos peor y leo la noticia que varias personas me mandan, como si fuera algo extraordinario que un perro mordiera a un hombre. La izquierda y los aberchándales se niegan a votar a favor de la condena de una canción contra la alcaldesa de Estella que tiene este verso: "Quítala, deshazte de ella, mátala".

Los autores dicen que escribieron lo de mátala desde el humor y que es un mátala que no entendemos porque nos falta comprensión lectora. También que es un mátala desde la libertad de expresión, que lo será, yo qué sé, ahí están los jueces, pero pedir que alguien te asesine condenable políticamente también lo es, independientemente de que sea un delito o no.

También cantan expresiones curiosas como "frótala, pantorrillas y tripa". Desconozco si la petición de tocamientos al cuerpo de una mujer sin su consentimiento es delito, ahí vuelven a estar los jueces que lo determinarán, pero qué menos que condenarlo políticamente, que es una fórmula para arropar a una alcaldesa a la que quieren ver frotada y asesinada.

Al final con la izquierda y los abrrchándales es lo de siempre, tan preocupados que dicen estar contra la violencia hacia la mujer, el machismo, la homofobia y el racismo, en cuanto detectan que quien recibe esos ataques no es de su cuerda, es de derechas, se abre la veda para la cafrada machista, violenta, racista y homófoba.

Le pasó a Barcina. Los aberchandales y los izquierdosos no veían problema alguno cuando le llamaban puta y le mandaban a la cocina. Le ha vuelto a pasar a esta alcaldesa de UPN de Estella cuando desean que sea frotada y asesinada.

La fórmula es inalterable para los aberchándales y demás rojeras: lo nuestro es libertad de expresión, lo tuyo siempre es discurso del odio. Y de ahí no les sacas como justificación a su ley del embudo.

Pues estupendo. Me vuelvo a la playa, que estoy muy aburrido ya de estas fatiguitas de la izquierda y aberchándales, donde todo es machismo heteropatriarcal hasta que lo practican ellos, que entonces deja de serlo por arte de magia y relativismo moral. Y eso es todo.