Le pasó a Barcina. Los aberchándales y los izquierdosos no veían problema alguno cuando le llamaban puta y le mandaban a la cocina. Le ha vuelto a pasar a esta alcaldesa de UPN de Estella cuando desean que sea frotada y asesinada.
"Ha fallecido Dani Ulecia, el bajista de El columpio asesino y yo me acuerdo de una época de Pamplona en la que crecí y me divertí. Una época, los 90 y principios del tercer milenio, donde bullía una escena musical tan interesante como minoritaria".
"Como sigan con esta alocada carrera delictiva será el partido de la ETA, con sus asesinos y todo, quien quiera ocultar sus pactos con el PSOE por perjudicarles electoralmente".
Antes éramos libres, hasta para dejarlo todo. Hoy no hay forma de revertir esta situación. No hay manera de saltar estos muros que no son físicos y por lo tanto, infranqueables
A veces se me olvida cuánto me gusta escribir. El acto de hacerlo. Sin preocuparme de que quede bien o mal, de si dice algo concreto o lo deja todo en el aire, volando.
¿Qué tiene de progresista pactar con partidos con ideología nacionalista vasca, esa ideología rancia y criminal del siglo XIX y que más muertes ha causado en el siglo XXI?
A Aznarez siempre le han gustado estos jueguitos infantiles del lenguaje y darles categoría intelectual elevada, como de intrépido acto de una lucha que puede costarle, yo qué sé... la vida, como mínimo. La vidorra.
Hace unas semanas leí una crónica en prensa sobre el calvario al que les somete el nacionalismo vasco a una familia, los Ulayar, en Etxarri Aranatz, desde hace décadas.